Este jueves, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, presionó a Joe Biden al señalar que su país necesita armas de Estados Unidos en la guerra que enfrenta contra Palestina.
Las declaraciones de Netanyahu se producen luego que la Casa Blanca lo criticó por las constantes quejas en los retrasos en las entregas de material bélico, por lo que el líder israelí no dudó en contestar.
“Estoy dispuesto a sufrir ataques personales siempre que Israel reciba de Estados Unidos los pertrechos que necesita en la guerra por su existencia”, acusó Netanyahu.
Previamente, el primer ministro de Israel había acusado a Estados Unidos de retener armas y municiones para Israel, a lo que Karine Jean-Pierre, portavoz de la Casa Blanca se dijo confundida.
Incluso, la representante señaló que los comentarios de Netanyahu eran “profundamente decepcionantes y ciertamente ofensivos, dado el apoyo que hemos prestado y seguiremos prestando”.
Estas tensiones entre Estados Unidos e Israel también se producen luego que el jefe de Hezbollah en el Líbano, Sayyed Hassan Nasrallah, advirtió este miércoles de que su grupo lucharía “sin control, normas ni límites” en caso de que estalle una guerra más amplia con Israel, y que ningún lugar de Israel estaría a salvo de los ataques de Hezbollah.
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En un discurso televisado, Nasrallah dijo que eso incluía posibles objetivos en el mar Mediterráneo.
Nasrallah también amenazó a Chipre por primera vez, diciendo que Hezbollah podría considerarlo “parte de la guerra” si seguía permitiendo a Israel usar sus aeropuertos y bases para ejercicios militares.
”El enemigo sabe que nos debe esperar por tierra, aire y mar. Y si se nos impone una guerra, la Resistencia luchará sin control, normas ni límites”, sentenció el clérigo chií, si bien insistió en que su formación no tiene la “intención” de lanzar un conflicto más extenso que el actual.
