Ruptura de un tercer acuerdo nuclear, tensa relación entre potencias

Donald Trump anunció su salida de un tercer acuerdo nuclear al argumentar que Rusia no estaba cumpliendo con los lineamientos del trato. La producción de armamentos y lanzamientos nucleares sin límites y supervisiones podrían desencadenar grandes desencuentros con las otras potencias que dominan el rubro
Viviana Bran Viviana Bran Publicado el
Comparte esta nota

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump sigue dando de qué hablar a pesar de que el mundo se encuentra en medio de la crisis económica y sanitaria provocada por el Covid-19. Esta vez, el mandatario declaró que la nación estadounidense ya no formará parte del Tratado de Cielos Abiertos de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE), al argumentar que Rusia no estaba cumpliendo con los lineamientos del trato.

El pacto conformado por 34 países fue negociado hace casi tres décadas y entro en vigor desde principios del 2002, el convenio concede a los países miembros derechos recíprocos para sobrevolar y fotografiar desde el aire cualquier parte de un territorio, con el propósito de vigilar que no se produzcan concentraciones de fuerzas con fines agresivos y no se superen los límites de la fabricación de armas.

Hasta que la salida de Estados Unidos no se haga oficial dentro de seis meses, comparte este tratado con Rusia, Canadá y casi todos los países de la Unión Europea.

Juan Daniel Garay Saldaña, licenciado en relaciones internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en estudios México-Estados Unidos, argumenta que desde que Donald Trump llegó a la silla presidencial, dejó claro que prefería los acuerdos bilaterales porque podía negociar mejor, tanto así que en mayo de 2018 se retiró del Programa Nuclear de Irán y en agosto del año pasado del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) que mantenía con Rusia.

Trump no es amigo del multilateralismo. La decisión sobre salirse de un tercer tratado, podría ser parte de una estrategia de negociación, en donde se busque presionar a China para que se integre al acuerdo o limite su producción de armamento nuclear. Hay que tomar en cuenta que esta postura también podría poner en riesgo la renovación del acuerdo START III que culmina en 2021, el cual se centra en la reducción de armas nucleares
Juan Daniel Garay SaldañaAcadémico de la UNAM

Te puede interesar: Donald Trump amaga con “regular o cerrar” las redes sociales

La respuesta de Rusia

El disgusto de Donald Trump se originó luego de que Rusia le impidiera a las tropas estadounidenses la supervisión de sus ejercicios militares, al poner un límite de 500 km alrededor de Kaliningrado, lugar en donde se sospecha que los rusos están desarrollando armamento nuclear.

Otra de las razones que dio para salirse del tratado, es que Rusia podría estar utilizando los vuelos sobre Estados Unidos para identificar posibles infraestructuras vulnerables a ciberataques.

La decisión del presidente al frente de Washington de inmediato provocó una reacción en el gobierno ruso, que ahora está dispuesto a discutir las reclamaciones que tienen otros países respecto al Tratado de Cielos Abiertos a partir de una base de igualdad, de acuerdo con las declaraciones del Ministerio de Exteriores ruso.

“Estamos dispuestos a discutir las reclamaciones mutuas si ese argumento se realiza sobre la base de igualdad, respeto mutuo y si esto no se reduce a ultimátums para que Rusia haga concesiones. Nosotros también tenemos preguntas para algunos de los países que conforman el acuerdo. No consideramos que esta declaración sea motivo suficiente para salir del tratado con un portazo”, dice el comunicado.

En la actualidad, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte son los países con más armamento nuclear, el total de su arsenal supera las 17 mil cabezas nucleares, revela el estudio publicado por la Federación de Científicos Americanos.

Raúl Benítez Manaut, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM y especialista en seguridad internacional en las relaciones México- Estados Unidos, asegura que hay incertidumbre sobre si la disputa que actualmente existe entre Estados Unidos, Rusia y China va a parar, ya que faltan solo unos meses para que se decida si Trump se queda en la silla presidencial.

Donald Trump tiene un problema con Rusia desde que se postuló a la presidencia, pues se especuló que lo había beneficiado, ahora está tratando de deslindarse de esa acusación, y con China prevalecen los problemas de la guerra comercial y la acusación sobre el origen del coronavirus
Raúl Benítez ManautAcadémico de la UNAM

“Hay que tomar en cuenta que esta situación no solo le compete a Estados Unidos, porque no es como si Rusia o China estuvieran haciendo las cosas muy bien, ellos también desarrollan sistemas de armas y no le piden permiso a nadie, y luego quieren hacer negociaciones globales para eliminar a otros países. Está claro que Trump quiere tomar ventaja de todos los acuerdos, pero se le está acabando el tiempo, porque nadie sabe si quedará de nuevo como presidente”, explica especialista en seguridad internacional en las relaciones México- Estados Unidos.

Lee: Rusia acusa intentos de EU para quebrar a la OMS

China responde

La respuesta de China no se hizo esperar después de que el presidente de Estados Unidos anunciará su salida del Tratado de Cielos Abiertos, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian manifestó que la acción de Estados Unidos es otra expresión de su adhesión a la mentalidad de la Guerra Fría, que jerarquiza la opción “América primero” y el unilateralismo, además de violar compromisos internacionales.

Al respecto, el investigador Raúl Benítez Manaut argumenta que aunque China no participa mucho en el tratado tiene que estar al pendiente de lo que pasa entre Rusia y Estados Unidos.

“China ya empezó a lanzar naves especiales, tiene una gran cantidad de satélites y está construyendo un flota muy grande de portaaviones, sus avances pueden ser motivo del odio que Donald Trump les tiene. Los chinos saben de esto, pero ellos han sido moderados, no caen en sus provocaciones. Al final es común que se use la política interna como herramienta fundamental creando enemigos foráneos para que un presidente como Trump quiera posicionarse frente a su población”, añade Benítez Manaut.

Te puede interesar: Trump: la incompetencia de China provocó la ‘matanza mundial’

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil