La Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) interpuso una demanda legal para exigir al gobierno de Estados Unidos la liberación de Rosa María Hernández, una mexicana indocumentada de 10 años detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza, a fin de reunirla con su familia.
En la demanda, interpuesta este martes en una corte federal estadunidense en San Antonio, la ACLU sostiene que la menor, detenida cuando era trasladada de urgencia a un hospital y que padece parálisis cerebral, está detenida ilegalmente y se le debe permitir regresar a su familia en Laredo, Texas.
La acusación contra la Oficina de Reasentamiento de Refugiados y la Oficina de Aduanas y Protección (CBP), fue presentada luego de que las autoridades federales incumplieron una petición de la ACLU de que Rosa María fuera entregada a su familia antes de las 14:00 horas locales de este martes.
We’re suing to demand the federal government #FreeRosa. https://t.co/0U6Og6B0sK
— ACLU (@ACLU) 1 de noviembre de 2017
Rosa María permanece detenida en un centro de cuidado infantil de San Antonio, donde se recupera de una cirugía de vesícula biliar.
“Es intolerable escoger como blanco a una niña pequeña a su salida de un hospital infantil”, dijo en un comunicado el abogado Michael Tan, del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.
TE PUEDE INTERESAR: DREAMERS, MONEDA DE CAMBIO
“Los hospitales se consideran lugares sensibles bajo la propia política de Seguridad Nacional, y la Patrulla Fronteriza no debería estar arrestando a personas allí, especialmente niños”, indicó.
“Las acciones del gobierno son ilegales, crueles y amenazan con evitar que los padres con hijos enfermos busquen atención. También es inconstitucional privar a un niño del amor y el cuidado que sus padres le han brindado durante toda su vida”, agregó.
En EEUU desde recién nacida
Rosa María, quien ha vivido sin documentos con su familia en Laredo, una ciudad ubicada en el sur de Texas desde los tres meses de edad, era trasladada a un hospital en Corpus Christi la madrugada del pasado martes cuando fue detectada por agentes de la Patrulla Fronteriza, que le autorizaron el paso pero la colocaron bajo vigilancia de la corporación.
Agentes de la Patrulla Fronteriza mantuvieron a Hernández bajo vigilancia constante cuando fue intervenida el 24 de octubre en el Hospital Infantil Driscoll de Corpus Christi, y asumieron su custodia cuando fue dada de alta el mediodía del 25 de octubre.
La corporación trasladó a la niña detenida al Baptist Children Home, un alberge en San Antonio, Texas, utilizado para mantener a menores indocumentados sin acompañantes.
En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos argumentó que la niña había sido detenida porque no se encontraba acompañada por sus padres o un tutor que qviviera legalmente en la Unión Americana.
La ACLU indico que Rosa María está bajo custodia de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, en violación de sus derechos legales y constitucionales, lo cual “está causando un trauma para ella y para toda su familia”.
“Todos deberíamos estar indignados y alarmados de que el gobierno federal persiga a una niña de 10 años con parálisis cerebral a un hospital, la arreste después de la cirugía y la saque de su amoroso hogar. Esto no solo es anticonstitucional, sino desalmado”, dijo Andre Segura, director legal de la ACLU en Texas.
Madre teme ser deportada
Por si fuera poco, la madre de Rosa no ha podido ver a su hijas tras la cirugía, pues no puede acercarse a la niña por el miedo a ser detenida y deportada por los agentes migratorios. Quien acompañó a la niña al hospital fue una prima con ciudadanía estadounidense.
“No entiendo, mi hija no es un criminal que tenga que estar bajo vigilancia (…) No es justo, ella aún es joven”, declaro Felipa Cruz, la madre de la pequeña, para el portal Breitbart News de Texas y agregó que el caso representa un abuso.