José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay, volvió a la mira del escenario político de su país tras la victoria presidencial de Yamandú Orsi, representante del partido que acompañó al exmandatario durante su gobierno, Frente Amplio.
Pese a que Mujica ya gozaba de popularidad desde que terminó su administración en 2015, sus políticas e ideología progresistas regresaron a la mesa con la esperanza de que Orsi siga por el mismo camino o, en todo caso, lo supere.
Los logros de Mujica
El gobierno de Mujica sigue siendo recordado por impulsar y aprobar reformas en favor del matrimonio igualitario entre personas mayores de 16 años, despenalizar el aborto y hasta permitir que las mujeres interrumpan su embarazo hasta la semana 14 en caso de violación o sin plazo alguno si existen anomalías fetales o la vida de la madre corre peligro, y lograr que el Congreso aceptara integralmente la legalización del cannabis para uso adulto o recreativo.
En materia de pobreza, durante el gobierno de Mujica se mantuvo el nivel de escasos recursos, e incluso disminuyó. De acuerdo con datos del Ministerio de Economía y Finanzas del gobierno uruguayo, mientras que en 2006 de cada mil personas 325 no supera el ingreso mínimo para cubrir el conjunto de bienes y servicios básicos para no ser considerados pobres, en 2018 ese número descendió a 81.
Fue en 2013, a mitad del gobierno del centro-izquierdista, que las reformas mencionadas fueron aprobadas, lo que podría representar un reto para Orsi.
La doctora Claudia Edith Serrano Solares, especialista en Estudios Latinoamericanos de la UNAM y docente de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, coincide en que sin duda los avances alcanzados durante el gobierno de Mujica podría representar un reto o incluso una presión para Orsi; sin embargo, asegura que el presidente electo tendrá retos completamente diferentes debido a la coyuntura actual.
Para hacer cumplir con sus propuestas de campaña, Serrano Solares deja en claro que Mujica no será más que un antecesor.
“(Mujica) es una especie de bisagra que le permite una mayor cohesión al Frente Amplio, pero no en un sentido de intervenir directamente en la planificación que tenga Yamandú. El expresidente representa los cuadros más grandes dentro del partido, pero su relación con Orsi no es más que un pasar la batuta que necesita su grupo político en el entendido que hay una continuidad y renovación”, dice.
— Pepe Mujica Homenaje (@pepemujicacom) November 14, 2024
Los retos del nuevo presidente de Uruguay
Aunque Orsi ya no tendrá que lidiar con temas sociales como la despenalización del aborto, pues ese paso lo hizo su antecesor de izquierda, su gobierno no debe dejar de lado ese avance, así lo asegura Serrano Solares.
“Se puede avanzar (más) en los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, manteniendo siempre un diálogo con figuras de centro derecha y de la ultra derecha que no están a favor de estos temas y que siempre van a representar un reto significativo”, menciona la especialista.
Es el diálogo de Orsi con la oposición y los líderes políticos en general lo que, asegura la doctora, es uno de sus mayores retos, pero al mismo tiempo su principal propuesta.
De acuerdo con Serrano Solares, con el uso del diálogo y el respeto el nuevo gobierno uruguayo puede resaltar y mejorar no solo sus relaciones y retos internos, sino con los gobiernos regionales.
“Debe fortalecer los mecanismos de concertación política no solo con los gobiernos donde hay cierta afinidad (…) Debe equilibrar su relación con Estados Unidos y no dejar de lado también la relación que se está empezando a sostener con China o con Rusia”, agrega la académica.
El reto de la inseguridad es otro obstáculo que deberá saber enfrentar Orsi, si se considera que en Uruguay está incrementando la delincuencia, de acuerdo con la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional.
De acuerdo con la Iniciativa, pese a que Uruguay se ubicó en el puesto 172 de los 193 países analizados en cuanto a nivel de criminalidad, aumentó 0.53 su puntaje respecto a 2021. Otros países como México alcanzaron un puntaje de 7.57.
“También hay que visibilizar las actividades delictivas del narcotráfico, aspectos que más le costaron a (Luis) Lacalle Pou”, enfatiza la internacionalista.
En opinión de la doctora, una estrategia de seguridad debe ir de la mano de una perspectiva multidimensional y no solamente desde la perspectiva tradicional en la que se despliega un reforzamiento a los operativos de las Fuerzas Armadas, sino visibilizar que hay ciertas comunidades que desafortunadamente no se les está garantizando una buena calidad de vida y que son más propensos a vincularse con actividades delictivas.