El peronismo regresó a Argentina y ahora la fuerza política nacida en los cuarenta bajo el liderazgo de Juan Domingo Perón dirigirá la estrategia para frenar la crisis económica que vive el país. Cuatro años después de elegir a Mauricio Macri como presidente, los argentinos devolvieron la jefatura de Estado a esta formación y movimiento político. Los electores le otorgaron la presidencia a Alberto Fernández y la vicepresidencia a Cristina Fernández el domingo pasado.
“Vamos a ser la Argentina que nos merecemos porque no es verdad que estamos condenados…Vamos a entrar al mundo dignamente, vamos a volver a construir el país que soñaron nuestros mejores hombres y mujeres porque nos lo merecemos”, dijo Fernandéz desde su primer discurso como presidente electo.
El peronista se refiere a que ahora es el encargado de frenar todos los problemas económicos en Argentina. El país se encuentra en recesión, tiene la tercera tasa de inflación más alta del mundo, una moneda que pierde su valor día a día y una deuda pendiente.
“Hay varias cuestiones y la primera es el proceso inflacionario. La inflación se ha disparado en los últimos años y el nuevo gobierno tiene que desarrollar políticas de choque para que pueda bajar la inflación y con ello favorecer las tasas de interés y que puedan avanzar las inversiones”, explica Norma Soto Castañeda, maestra en negocios internacionales.
Durante la administración de Macri, el peso argentino se devaluó cerca de un 85 por ciento lo que alimentó la tasa de inflación, que en septiembre alcanzó 53.5 por ciento.
La especialista añade que la recesión que tiene Argentina es otro problema que debe enfrentar el nuevo gobierno mediante estrategias que favorezcan tanto al sector público y privado como a los propios ciudadanos.
Además, las reservas internacionales de dólares en el Banco Central argentino disminuyen poco a poco. Estos recursos cerraron en 45 mil 171 dólares el 24 de octubre, de acuerdo con la página oficial del organismo. El mes anterior eran 49 mil 444 y 68 mil 317 en julio. Estas reservas son importantes porque evitan la devaluación de la moneda nacional: el peso argentino.
Otro problema que tiene que enfrentar Alberto Fernández es la deuda. Según datos oficiales, la deuda de Argentina representaba 310 mil 800 millones de dólares en septiembre, un 68 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Todos estos factores también provocan un aumento de las personas en situación de pobreza. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) argentino informó que en el primer semestre de 2019 el número de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35.4 por ciento, frente al 27.3 por ciento del mismo periodo de 2018.
La cifra representa 15.9 millones de personas en todo el país cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos.
Además, muchos argentinos no tienen empleo. La tasa de desocupación alcanzó el 10.6 por ciento en el segundo trimestre de 2019, según datos del Indec. Este porcentaje es el más alto en la gestión de Macri.
El presidente electo también tendrá que enfrentar que no todos los argentinos lo apoyan. Con un total de 97 por ciento de boletas escrutadas, Fernández obtuvo el 48.01 por ciento de votos y Macri 40.4 por ciento.
“Fernández ganó con menos del 50 por ciento y eso quiere decir que hay un descontento por parte de algunos habitantes. Por eso tiene que desarrollar políticas que beneficien y mantengan contentos a todos”, comenta la especialista.
Posible solución de Alberto Fernández a la crisis
La maestra en negocios internacionales agrega que una posible solución a la crisis económica que vive Argentina es atraer inversión extranjera, pero para ello el nuevo gobierno tiene que reforzar los acuerdos comerciales con la Unión Europea y el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Además, el mandatario electo ya dio pistas sobre su posible estrategia económica. En campaña, Fernández propuso un acuerdo económico y social para promover una desaceleración de la inflación y dijo que estará conforme si termina su mandato con una inflación de un dígito.
El peronista criticó el aumento de las tarifas de los servicios públicos que promovió Macri para reducir los subsidios y, así, equilibrar las cuentas públicas. El ganador de las elecciones prometió en las campañas desdolarizar las tarifas y entregar medicamentos gratis a los jubilados. En ese sentido, los gobiernos peronistas siempre desarrollan políticas de corte social.
Alberto Fernández también cuenta con un gran apoyo. Uno de los integrantes de su equipo es Guillermo Nielsen, un exsecretario de Finanzas que coordinó la reestructuración de la deuda argentina en 2005.
El presidente electo asume su cargo el 10 de diciembre, fecha en la que tendrá que comenzar a desarrollar una estrategia para sacar a Argentina de la crisis económica en la que se encuentra.