Represiones causan perdida de vista en manifestantes
Personas que participaron en las protestas de Chile perdieron la vista porque carabineros, policías o militares los atacaron con balas de goma o bombas lacrimógenas
Mariana RecamierLas represiones violentas en Chile provocan que los manifestantes pierdan uno de sus sentidos más importantes: la vista. Más de 140 personas no pueden ver igual desde que comenzaron las protestas el 18 de octubre porque sus ojos fueron lastimados o perdieron todo el globo ocular, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) chileno.
Carabineros, policías y militares provocaron que los manifestantes perdieran parte de la vista porque dispararon balines de goma y lanzaron bombas lacrimógenas directo contra sus cuerpos.
Una de las personas que perdió su globo ocular es Raúl del Valle, estudiante de enseñanza media que tiene 18 años. Un perdigón alcanzó su ojo el 22 de octubre y se desmayó en el sector aledaño al Teatro Universidad de Chile, luego de que una columna de policías disparara en su dirección.
“Siete u ocho efectivos se pusieron en una hilera y comenzaron a disparar balines y perdigones. Todos al cuerpo… Él tenía la cabeza inclinada. Se me quebró la voz, pensé que lo habían matado. Tratamos de hacer espacio porque la policía iba a pasar de nuevo tirando gas y balines, por lo que los de la Cruz Roja tuvieron que disuadirlos”, dijo Lautaro Burdiles, testigo de la escena y amigo del joven herido, al periódico digital Interferencia.
Otra de las personas que fue víctima de la represión violenta es Raúl Fuentes Muñoz, artista plástico de 36 años, que perdió el ojo por una bomba lacrimógena que se lo reventó el miércoles 23 de octubre, según información del medio de comunicación Cosecha Roja.
“Sentí lo mismo que debe sentir alguien que recibe la patada de un caballo con furia, pero la herradura era la bomba. Sólo recuerdo que caí en ese mismo momento y sentí, inmediatamente, que me había quedado ciego”, describe el artista plástico.
Después del incidente, Raúl tuvo una cirugía que duró dos horas y media para evitar que perdiera el globo y reconstruir los músculos del párpado que también se dañaron con la explosión.
“Lo más terrible es que la policía seguía disparando. La gente que me ayudó me tuvo que subir arrastrando al Cerro Santa Lucía para que los árboles detuvieran las balas o las bombas”, narra el artista plástico.
Raúl perdió solo un ojo, pero es como si hubiera quedado ciego por completo porque nunca pudo ver a más de un metro con el derecho.
Otros casos como el del joven estudiante y el artista plástico se replican en un centro de salud pública de Santiago. El Hospital del Salvador registró 128 personas con trauma ocular severo del 19 al 31 de octubre, de acuerdo con el último informe de la Sociedad Chilena de Oftalmología (Sochiof). El promedio de edad de los afectados es de 29 años y la mayoría son hombres.
La asociación gremial que reúne a los médicos oftalmólogos del país también informó que 32 personas presentaron traumatismo ocular con globo abierto, es decir, estallido o herida penetrante. La mayoría de estas lesiones fueron provocadas por balines de goma.
Del total de heridos atendidos en el hospital, 28 personas presentaron pérdida de la vista del ojo afectado y 67.4 por ciento disminución severa de la visión.
Estos chilenos perdieron la vista en las protestas que comenzaron por un alza en las tarifas del Metro, pero que se transformaron en manifestaciones masivas que exigen cambios en la atención médica, la educación, las pensiones e incluso la Constitución.
El presidente chileno Sebastián Piñera declaró estado de emergencia y permitió que el ejército saliera a las calles después de que aumentaron los incendios intencionales y los saqueos en las protestas, sin embargo, esto provocó represiones violentas.
Además de la vista, otras denuncias de abusos
Las personas que participan en las protestas también son torturadas, agredidas sexualmente y heridas de otras formas por los agentes de las fuerzas instituciones.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos, que cuenta con observadores en hospitales, estaciones de carabineros y en manifestaciones en todo el país, registró mil 305 personas heridas en los hospitales, 38 con lesiones provocadas por balas, 402 por perdigones, 288 por arma de fuego no identificada y 21 por balines.
Ante esta situación, el INDH presentará 165 acciones judiciales, con acusaciones que incluyen cinco homicidios cometidos por carabineros o militares, 18 casos de violencia sexual y 10 de tortura.
Entre las denuncias difundidas por el INDH se encuentra el caso de una niña de 14 años que dijo que fue golpeada con bastones en distintas partes del cuerpo durante su detención y luego fue obligada a desnudarse por completo y a hacer ejercicio delante de dos mujeres policías que la agredían verbalmente.
Ante estas violaciones de derechos humanos, los diputados de oposición presentaron la primera moción para una acusación constitucional contra Piñera.
Además, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, decidió desplegar un equipo de tres oficiales de derechos humanos en Chile del 28 de octubre al 22 de noviembre, para examinar las denuncias, reunirse con diversos actores y recabar información sobre las medidas adoptadas por el gobierno para hacer frente a la situación.
“Estoy muy preocupada y triste de ver violencia, muertes y lesiones en Chile. Exhorto al Gobierno a trabajar con todos los sectores y encontrar soluciones para abordar agravios. Urjo a los que planean participar en las protestas a hacerlo pacíficamente”, publicó Bachelet en su cuenta de Twitter.