El sismo dejó 186 muertos y más de 11 mil heridos, cifras aún lejos del terremoto de 2008, con un saldo de 90 mil personas fallecidas
Hace cinco años, un destructivo terremoto sacudió China, enlutando a las familias de las 90 mil personas que perecieron en la catástrofe.
El sábado pasado el gigante asiático revivió los recuerdos del desastre natural de 2008 después de que un sismo se presentara en la región de Sichuan, exactamente en la misma falla geográfica.
El episodio dejó al menos 186 muertos, 24 desaparecidos y 11 mil heridos, a la espera de que las cifras asciendan conforme transcurre el tiempo.
“Lo perdimos todo en tan poco tiempo”, dijo Luo Shiquiang, uno de los afectados que vio como su vivienda se desplomó después del movimiento telúrico.
El habitante chino, un universitario de 20 años, agregó que su primo resultó herido en el derrumbe, pero otros miembros de su familia salieron ilesos porque se encontraban trabajando en el campo, en la aldea de Longmen, en el condado de Lushan.
El sismo ocurrió en las zonas rurales cercanas a la ciudad de Ya’an, en la provincia de Sichuan.
Los condados de Lushan y Baoxing fueron especialmente castigados el sábado pasado.
Dichas locaciones habían escapado al del 2008, uno de los peores desastres naturales que se recuerdan en China.
Los residentes de dichos condados dijeron que apenas se beneficiaron con las obras de reconstrucción regional tras el terremoto de hace cinco años, sin que se hubieran edificado refuerzos ni adoptado nuevas medidas de evacuación en sus aisladas comunidades.
Luo deseó que se hubieran adoptado más medidas y disposiciones para que los edificios de su población se hubieran construido con normas de resistencia a los sismos. “Quizá los dirigentes del país desean ayudarnos realmente, pero cuando se trata de los funcionarios de menor nivel, no cumplen sus funciones”, agregó.
Los equipos de socorro fueron enviados en helicóptero y dinamitaron el domingo las rocas y restos que obstruían las carreteras de acceso a varias poblaciones montañosas muy alejadas.
En ellas, los rescatistas con uniformes de color naranja y sus perros rastreadores recorrían los escombros en busca de sobrevivientes.
(Con información de AP)
