En medio de la segunda ola de contagios y muertes por COVID-19, se anunció una noticia que devuelve la esperanza de una vacuna en la lucha contra la pandemia.
La farmacéutica estadounidense Pfizer y la firma alemana BioNTech dieron a conocer que los estudios de su vacuna contra el virus SARS-CoV-2 han sido positivos durante la Fase 3 de su investigación, al mostrar una eficacia del 90 por ciento en personas que no presentaban ninguna infección previa.
Sin embargo, a pesar de que no es la primera vez que se escucha que una cura está a punto de salir al mercado, el doctor Héctor Raúl Pérez, infectólogo, exdirector general del Hospital Civil de Guadalajara y miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1, asegura que en esta ocasión se puede ser optimista.
“Es una gran noticia. Es muy esperanzadora porque alcanzar un 90 por ciento de eficacia y seguridad es un porcentaje muy alto cuando hablamos de vacunas.
“Para tener una referencia, por ejemplo, en el caso de la vacuna contra influenza, el porcentaje de eficacia está en el orden de entre 75 y 80 por ciento, por lo que los resultados de la vacuna de Pfizer y BioNtech demuestran un muy buen nivel de respuesta inmune en las personas que fueron sometidas a las distintas fases de la investigación clínica”.
En cuanto a qué tan segura sería, el experto en la materia explica que esto lo determinan las diversas agencias reguladoras tanto a nivel internacional como nacional a través del número de eventos adversos o graves que se susciten durante las pruebas.
“Muchas veces es la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) la que vigila estos procesos. Pero también está en Estados Unidos la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), que es una de las instituciones de mayor renombre a nivel mundial. En México tenemos a la Cofepris y así cada país tiene su agencia regulatoria.
“Por ahora dependerá de lo que digan la FDA, la OMS y el resto de las agencias reguladoras locales de los resultados que presentarán las compañías”.
De acuerdo con Pfizer y BioNtech, la última etapa de la investigación comenzó el 27 de julio pasado.
En la Fase 3 se enlistaron 43 mil 538 participantes, de los cuales 38 mil 955 recibieron la segunda dosis de la vacuna el pasado 8 de noviembre, la cual se debe aplicar siete días después de la primera.
A pesar de que las agencias reguladoras ya se encuentran analizando los resultados, tanto la compañía alemana como la norteamericana dieron a conocer que sus investigaciones continúan para evaluar la posibilidad de realizar en un futuro cercano una vacuna que ayuda a quienes ya fueron infectados, incluso a los casos graves. Se espera que la FDA dé el visto bueno a los primeros esfuerzos durante la tercera semana del mes de noviembre.
De ser así, ambas compañías podrán producir 50 millones de vacunas durante el 2020 y hasta mil 300 millones en 2021.
Ante esta situación, Albert Bourla, presidente y consejero delegado de Pfizer, aseguró que es un gran día para la ciencia y la humanidad.
“Estamos alcanzando este gran logro cuando el mundo más lo necesita, pues las infecciones están aumentando, la capacidad de los hospitales está disminuyendo y las economías de los países de todo el mundo están luchando por mantenerse en pie.
“Con estos resultados, estamos significativamente más cerca de proveer a la gente del mundo de una tan necesitada solución y ayudar a terminar con esta crisis mundial”.
Primero fabricación, luego autorización de la vacuna
Mientras el mundo espera la aprobación para Pfizer y BioNtech, en Australia ya comenzaron a producir la vacuna desarrollada por el laboratorio británico Astra-Zeneca en lo que les dan el visto bueno las autoridades locales.
Greg Hunt, el Ministro de Sanidad, anunció que ya están fabricando las primeras 30 millones de dosis, las cuales se sumarán a las 51 millones que aún están en fase de prueba en la Universidad de Queensland.
De obtener la aprobación del departamento de control sanitario, las autoridades esperan iniciar con la vacunación voluntaria a partir del mes de marzo del próximo año.