Argentina es uno de los países más volátiles de la región con gobiernos de ideologías contrarias de un periodo al siguiente. Foto: Especial

¿La relación Argentina-Estados Unidos cambiará con la nueva presidencia?

El acercamiento de Javier Milei ante Estados Unidos puede presentar oportunidades con el candidato presidencial menos esperado

Con el péndulo de la política argentina llegando al extremo de la derecha con Javier Milei, las relaciones entre Estados Unidos y la Casa Rosada daban esperanzas de mejorar y encaminarse a contrarrestar la influencia china en la región; sin embargo, el carácter del presidente porteño y sus retos internos mantienen a Washington con cautela frente a las relaciones bilaterales.

Las tendencias de derecha populista del presidente Milei posicionan al argentino más cerca del bando del republicano Donald Trump que de la vicepresidenta Kamala Harris; a pesar de ello, la política exterior argentina tiene una preocupación que dictará sus relaciones con el siguiente ocupante de la Casa Blanca: el dinero.

Pese a ser la tercera economía más grande de Latinoamérica, Argentina es uno de los países más volátiles de la región con gobiernos de ideologías contrarias de un periodo al siguiente, que lo mismo pasan de nacionalizar industrias a rematar empresas públicas. Javier Milei llegó a la presidencia en medio de múltiples crisis internas.

Con una contracción económica del 1.6 por ciento, la peor inflación del mundo del 211.4 por ciento anual y una del equivalente al 88 por ciento del PIB, el presidente Milei entró a la Casa Rosada con un plan de estabilización macroeconómica.

En los 11 meses al frente del gobierno de Argentina, el mandatario ha implementado una política de estabilización macroeconómica que, pese a comenzar a dar resultados ante las instituciones financieras internacionales, ha causado un aumento en la pobreza y lo ha enfrentado con los sectores sindicales y la oposición en un Congreso donde no tiene mayoría.

Si bien los conflictos internos argentinos han ocupado gran parte del tiempo del presidente, la política exterior de Milei ha sido una extensión de las ideologías del libertario.

Desde la campaña que lo llevó a la presidencia, Milei anunciaba que durante su gobierno en las relaciones argentinas se le daría prioridad a aquellos países con gobiernos afines; la salida de BRICS, los intercambios de declaraciones con gobiernos de izquierda y el desdén hacia China, uno de sus principales socios comerciales, buscan alinear al mandatario con los intereses de Estados Unidos.

Argentina: Una política exterior alineada a Washington

En su tiempo en la presidencia, el argentino ha visitado seis veces la Unión Americana; sin embargo, en ninguno de estos viajes ha pisado la Casa Blanca. Si bien, el presidente Joe Biden no ha estrechado lazos con su contraparte en Buenos Aires y el Congreso ha notado el interés de Milei por acercar las relaciones políticas y comerciales con Estados Unidos.

Políticos republicanos han notado la postura mimética que Argentina ha adoptado respecto a las posiciones e intereses estadounidenses en la región y lo han llamado “el presidente más pro-américa que ha tenido Argentina”.

La compra a Dinamarca de aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense por encima de la oferta china de proveer a las Fuerzas Armadas argentinas con aviones JF-17 y el subsecuente contrato, aprobado por el Pentágono la semana pasada, con Lockheed Martin por 942 millones de dólares demuestra la cercanía que Milei busca crear.

Con mil 22 millones de dólares de inversión extranjera directa en el primer cuarto de 2024, Estados Unidos fue el tercer país que más dinero invirtió en Argentina, por detrás de Brasil y España con mil 44 millones de dólares cada uno, de acuerdo con cifras del Banco Central de la República Argentina; sin embargo, la Unión Americana es el el cuarto tenedor de deuda argentina con 19 por ciento del total.

Pese a las intenciones de Milei de alinear su política exterior con Washington y así beneficiar la relación comercial con la Unión Americana, los principales socios comerciales de Buenos Aires continúan siendo potencias regionales. Mientras que Brasil es el país con mayores exportaciones e importaciones hacia Argentina, China es el principal rival económico y geopolítico de Estados Unidos.

En opinión de Raúl Ignacio Morales Chávez, profesor de Economía internacional de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, pese a los esfuerzos de Milei la relación entre Estados Unidos y Argentina es aún mínima.

El Pentágono aprobó un contrato por 942 millones de dólares para que Lockheed Martin renueve los aviones de combate F-16 comprados por Argentina. Foto: Especial

“La participación de comercio con Estados Unidos es muy baja, el principal socio comercial de Argentina es Brasil y hasta el cuarto lugar, con respecto a exportaciones, está Estados Unidos. En el caso de importaciones primero está Brasil, la Unión Europea, China y después Estados Unidos, con quien tiene déficit; aun cuando su posición es pro-americana, en realidad es muy poco lo que intercambian”, puntualiza el académico.

El profesor Morales Chávez señala que más allá de la cantidad de intercambios comerciales que Argentina comparte con Estados Unidos, los productos que comercian impiden que la relación se solidifique a corto plazo; con productos primarios argentinos llegando a costas estadounidenses y bienes manufacturados arribando a los puertos del cono sur, Argentina no se encuentra involucrado en las cadenas comerciales esenciales para Estados Unidos.

Los intereses estadounidenses en Argentina

Con China firme en el Cono Sur, Estados Unidos busca un aliado comercial y político que sirva de punto de apoyo para sus intereses en la región. Con una situación interna complicada, Milei necesita aliados internacionales para poder llevar a cabo sus planes de estabilización económica frente a los organismos financieros internacionales.

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Con el panorama político estadounidense a punto de cambiar y con grandes reservas de litio, mineral necesario para la transición energética deseada por Washington, las preferencias ideológicas de Milei quizá tengan que quedar atrás frente a las políticas proteccionistas de Trump.

“Tanto la vicepresidenta como el candidato republicano tienen en su cartera esa posibilidad (de concretar proyectos de litio en Argentina). Y también es un asunto político, Milei necesita apoyo político y financiero y para concretar sus proyectos busca el acercamiento, y la vicepresidenta sería quien le daría más apoyo porque Trump piensa en políticas mayormente proteccionistas, sin importar con quien, para recuperar la capacidad productiva de Estados Unidos”, concluye el profesor Morales Chávez.

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