El virus del ébola regresó a la República Democrática del Congo (RDC) con un nuevo brote que dejó sin vida a 20 personas y atacó a otras cuatro.
“Sólo una semana después de haber anunciado el fin de la enfermedad por el virus del ébola, la RDC hace frente a una nueva epidemia.
El INRB (Instituto National de Recherche Biomédicale) confirmó que cuatro muestras eran positivas. Sabíamos que una décima epidemia era inevitable debido a la presencia del virus en el bosque ecuatorial”, anunció el titular de Salud del país africano, Oly Ilunga Kalenga, a través de Twitter.
La provincia de Ecuador, a 2 mil 500 kilómetros del Congo, había registrado que el virus causó la muerte de 33 personas desde que se registró en mayo. Fue justamente en Ecuador donde se percibió por primera vez la enfermedad. Sin embargo, el Congo le había puesto fin el pasado 24 de julio.
El ébola infecta al cuerpo por contacto directo con la sangre o las secreciones de una persona contagiada. El virus afecta el sistema inmunitario y destruye los glóbulos blancos. Cuando la enfermedad tenía su apogeo en el país africano, el Gobierno decidió colocar pequeños centros de vacunación para evitar que la poca población no afectada sufriera los efectos de la enfermedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la muerte por el ébola puede derivar de un fallo en los órganos o un choque hipovolémico, es decir, la pérdida de más del 20 por cinto de la sangre o de fluidos corporales.