Las personas estaban formadas una detrás de otra. Creaban una larga fila para acceder a una de las atracciones más populares del mundo: la Torre Eiffel, una construcción que estuvo cerrada por nueve meses debido a la pandemia por coronavirus.
Desde la mañana del pasado viernes 16 de julio, la Torre abrió sus puertas permitiéndole el acceso sólo a aquellos que usaran cubrebocas, el principal requerimiento de hoy en día.
Sin embargo, a diferencia de la época pre-pandemia, cuando a la Torre Eiffel accedían poco más de 20 mil personas diarias, ahora sólo se le permitirá la entrada a 13 mil con el fin de respetar la sana distancia y no se formen aglomeraciones.
Además, a partir de este miércoles, los visitantes que deseen entrar y ver desde las alturas las calles de París, deberán mostrar una constancia de vacunación o una prueba negativa de COVID-19.
#Vaccination #COVID19 | Au 16 juillet :
✔37 119 805 personnes ont reçu une 1ère injection
✔29 781 387 personnes ont un schéma vaccinal complet💉Un nouveau record ! 879 597 injections réalisées en 24h !
Vous aussi : prenez rendez-vous sur https://t.co/7PqI0zzqLe— Ministère des Solidarités et de la Santé (@Sante_Gouv) July 16, 2021
“Obviamente es una complicación operativa adicional, pero creemos que es manejable”, declaró al respecto Jean-François Martins, jefe de la empresa operadora de la Torre.
Con esta medida, evidentemente no todos los franceses podrán volver a visitar “La Dama de Hierro”, tomando en cuenta que hasta la semana pasada sólo 29 millones de personas habían sido completamente vacunadas en Francia, menos de la mitad de su población total.
A pesar de eso, se prevé que la apertura de la construcción sea un incentivo más para que la gente acuda a recibir su respectiva dosis y el programa de vacunación siga en aumento.
“La Dama de Hierro” volvió sólo dos meses después de que el gobierno de Emmanuel Macron ordenara reabrir las secundarias y bachilleratos, así como los servicios no esenciales, como museos, salas de cine y teatros, los cuales detuvieron sus actividades desde noviembre pasado.
Con estas medidas, Francia se ha convertido en uno de los pocos países del mundo que están regresando a sus actividades cotidianas; sin embargo, se espera que esto no altere sus números de contagios y fallecidos, como ha ocurrido en Israel y en algunas ciudades de Estados Unidos.