Racismo, el reto del primer ministro británico a un mes de su llegada al gobierno

Ante las muestras de odio racial en Reino Unido, Keir Starmer deberá emitir diferentes medidas para conciliar los intereses de su población, dividida en conservadores y progresistas
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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A Keir Starmer, primer ministro de Reino Unido, se le suma un reto más a solo un mes de haber tomado posesión: el racismo.

En las últimas dos semanas, las calles de pueblos y grandes ciudades de Reino Unido se conglomeraron de manifestantes en contra del racismo, el cual se evidenció en buena parte de la población por un asesinato en Southport.

En la localidad de Inglaterra, tres niñas perdieron la vida al ser apuñaladas supuestamente por un inmigrante musulmán, lo que desató el odio de ciertos británicos que comenzaron a criminalizar y señalar a la población migrante de su país; disturbios que originaron las manifestaciones en contra del racismo.

Ante lo ocurrido, mientras que la madre de una de las niñas que perdieron la vida pidió frenar la violencia en Southport, el primer ministro sigue manteniendo reuniones con su equipo para responder a la crisis social desatada.

Lo que se espera de Keir Starmer ante el racismo

Norma Soto Castañeda, internacionalista y docente de la Universidad La Salle, comparte para Reporte Indigo las medidas que se esperarían del primer ministro ante el contexto social que vive su nación.

En primera instancia, remarca que el gobierno debe velar por un cúmulo de intereses al considerar la diversa población con la que cuenta, empezando con los británicos natos, los que se han nacionalizado y los migrantes.

“No es una tarea sencilla y lleva tiempo; sin embargo, hay formas de mitigar lo que son las protestas (…) Debe haber una planeación económica, política y social”, asegura la docente.

De los primeros elementos que debe enfatizar el primer ministro, de acuerdo con la maestra Soto Castañeda, es un proceso educativo que incluya a todas las instituciones educativas y empresas. Mientras que las primeras deberían inculcar el respeto a los estudiantes más jóvenes, en los sitios laborales podrían impulsar una convivencia armónica para evitar problemas entre sus trabajadores.

El primer ministro sigue manteniendo reuniones con su equipo para responder a la crisis social desatada. Foto: Especial

Al mismo tiempo, el gobierno laborista debería optar por leyes que consideren no solo a los británicos natos sino a quienes se están integrando a la sociedad.

“El diálogo es un aspecto que el primer ministro también debe considerar; es decir, la manera en cómo él se está dirigiendo a cada uno de los ciudadanos, porque el diálogo permite que se concilien los intereses, que se generen vínculos y no una división racial.

(Starmer) debe emitir un diálogo que dé seguridad, que proporcione paz para todos los que van llegando a su país”, asegura la internacionalista.

La organización de encuentros nacionales es también otro elemento que el líder laborista podría considerar para fomentar la convivencia pacífica entre todos los británicos, incluyendo a los migrantes.

“También puede recurrir a Naciones Unidas que tiene una serie de programas creados desde 2001 para los migrantes; fomentar una serie de charlas a nivel internacional porque no solo en Reino Unido se han dado este tipo de manifestaciones”, asegura la académica.

El control de las noticias falsas emitidas en medios de comunicación y redes sociales es otra de las medidas que el gobierno debe atender al considerar que figuras mediáticas y cuentas no verificadas fomentan el odio entre la población, lo que también habla de la falta de veracidad que existe en el país.

¿En qué nivel se encuentra Reino Unido en cuanto al odio racial?

Los últimos ataques en Southport reflejaron parte del racismo que sigue presente en el territorio británico, pues lejos de las protestas hubo ataques a mezquitas y solicitantes de asilo.

De acuerdo con el portal Stop hate UK, los delitos de odio por motivos raciales son el tipo de delito más denunciado en Reino Unido, considerando que de 2021 a 2022 se registraron un total de 109 mil 43 delitos agravados por motivos raciales, lo que supone un aumento del 19 por ciento.

En el informe anual de la organización no gubernamental se detalla que el 43 por ciento de los crímenes de odio denunciados en su sitio web estaba relacionado con la raza. Algunos de los casos son expuestos en el portal, como el de una familia que fue objeto de acoso por su raza. Sufrieron abusos raciales, ataques físicos y violencia a su propiedad con grafitis amenazantes.

De marzo de 2022 al mismo mes del siguiente año, el gobierno británico registró 145 mil 214 delitos de odio, entre los cuales 101 mil 906 fueron por motivos raciales.

El distanciamiento con la población migrante es un rasgo que caracteriza al Partido Conservador, el cual gobernó al pueblo británico por 14 años. El último primer ministro conservador, Rishi Sunak, impulsó políticas anti inmigrantes durante su estancia en el 10 de Downing Street, como el envío de migrantes a Ruanda, donde se procesarían las solicitudes de asilo, lo que finalmente fue desestimado por el Tribunal de Apelaciones.

En su informe anual 2024, Human Rights Watch enfatizó que parte del conservadurismo en el que se encontraba Reino Unido en materia de migración se evidenció en sus políticas de asilo, pues aquellos migrantes que intentaban permanecer en el territorio “enfrentaban condiciones de vida inadecuadas en las viviendas temporales proporcionadas por el gobierno, incluidas infestaciones de ratas y moho, lo que afecta su salud, bienestar y educación”.

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