¿Quién es Edmundo González, el abanderado de la oposición en Venezuela?
Antes de contender por la presidencia venezolana, el candidato opositor no era una figura conocida entre la población
Pablo AbundizAnalista internacional, embajador y abanderado de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Edmundo González Urrutia, se presenta a la contienda presidencial sin ninguna experiencia gobernando, pero con la maquinaria opositora detrás de él.
Una carrera como internacionalista, con estudios en la Universidad Central y en Estados Unidos, en la que se integró al servicio público como parte de la representación diplomática venezolana, González ha servido a su país como embajador en Argelia y en Argentina, durante los primeros años del gobierno de Hugo Chávez.
Respetado en los círculos diplomáticos y periodísticos, forma parte del Consejo Editorial del diario “El Nacional”, el candidato de 74 años ha trabajado en la oposición como coordinador y enlace internacional para la Mesa de Unidad Democrática, alianza a la que se le prohibió competir en las elecciones de 2018.
Edmundo González llegó a las boletas después que María Corina Machado y Corina Yoris, ambas con más reconocimiento entre los venezolanos, fueran inhabilitadas por las autoridades electorales para competir por la presidencia. Actos criticados como interferencia electoral por observadores internacionales y medios críticos a la administración de Maduro.
El diplomático ya se encontraba inscrito como una opción provisional ante el Consejo Nacional Electoral y su candidatura se confirmó a finales de abril. González Urrutia era una figura de bajo perfil entre los venezolanos, conocido más por políticos y académicos que por los votantes, y su campaña ha dependido seriamente del apoyo brindado por María Corina, quien lo acompañó en su inicio de campaña y se ha posicionado como la cara visible de la oposición durante el proceso hacia las urnas.
Como candidato ha prometido despolitizar las fuerzas armadas, implementar medidas económicas que reduzcan la inflación y promuevan el libre mercado; de llegar a la presidencia se ha comprometido con la liberación de los presos políticos. Su línea discursiva se ha mantenido cercana a la presentada por María Corina y es considerado un hombre que podría trabajar con las instituciones chavistas de llegar al Palacio de Miraflores.
La sospecha de que las elecciones del 28 de julio no sean votaciones competitivas o cuenten con las garantías procedimentales para asegurar la legitimidad han manchado los comicios. Pese a ello, Maduro y las instituciones oficialistas se han comprometido a respetar la voluntad popular y a acatar las disposiciones de las autoridades electorales.