El 7 de junio del 2010, Sergio Adrián Hernández Güereca, de 15 años de edad, murió cuando Jesús Mesa Jr., un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, le disparó en la cabeza por supuestamente aventarle una piedra, a pesar de que el joven estaba en territorio mexicano.
Ahora, la justicia de Estados Unidos ha decidido que este agente no puede ser demandado por la familia del mexicano porque se pondría en peligro la seguridad nacional.
Los hechos ocurrieron cuando Sergio Adrián y otros jóvenes bajaban hacia el cauce de concreto del Río Bravo, debajo del Puente Negro en Ciudad Juárez, y desde el lado estadounidense Jesús Mesa Jr. le disparó. El agente argumentó que lo estaban atacando con piedras; el joven recibió el disparo y quedó tendido en territorio mexicano.
Tras casi 8 años de que el caso ha pasado en tribunales, esta semana la Quinta Corte de Apelaciones de Circuito de los Estados Unidos determinó que Jesús Mesa solo cumplía con su deber de intentar detener a quienes brincaron el cerco, además de que había sido atacado con piedras, según consignó la agencia AP.
El principal argumento para negar a la familia de Sergio el derecho a demandar al agente de la Patrulla Fronteriza es que esto podría influir en las decisiones de otros agentes que cuidan la frontera y no actuar en “situaciones peligrosas” si saben que pueden enfrentar procesos judiciales.
La familia de Sergio Adrián Hernández, que vive en una de las colonias más pobres de Ciudad Juárez, ha seguido un proceso legal en el país del norte que comenzó con un juez de distrito que desestimó el caso; después, un tribunal que le dio la razón a Mesa; el caso llegó a la Corte Suprema, que determino que el tribunal de apelaciones revisara el caso.
En este tribunal, los jueces determinaron que si se permitía a la familia del joven proceder contra el agente fronterizo se pondría en riesgo la seguridad nacional.
Mientras tanto, en México, la familia del joven recibió con pesar la noticia de que nada podrán hacer para pedir que se castigue a ese agente de la Patrulla Fronteriza.
El Diario de Ciudad Juárez recogió el testimonio de María Guadalupe Güereca, madre de Sergio Adrián, quien lamentó que no vaya a haber justicia en el caso de su hijo.
“Se salvó de la justicia humana, pero de la divina no se salvará; no puedo decirle que lo perdono porque me arrebató lo que más quería y cuando el agente esté con sus hijos en cada uno de ellos recordará a mi hijo, quien era un niño cuando le disparó, sin tener él defensa”, citó El Diario a María Guadalupe.
La señora aseguró que nunca recibió apoyo del Gobierno mexicano para ayudarla a obtener justicia, porque ella tenía que trasladarse a la Ciudad de México y no tenía dinero para hacerlo.
“Tengo la esperanza en Dios, de que él me va ayudar para que se haga justicia”, dijo María Guadalupe a El Diario de Juárez.
