El presidente ucraniano, Volodmir Zelensky, remarcó que los misiles de largo alcance son un pilar fundamental en su plan de victoria. Foto: Especial

¿Qué significa el uso de armas de largo alcance en la guerra Ucrania-Rusia?

El Kremlin advierte un escalamiento en el conflicto por las nuevas capacidades ucranianas para atacar objetivos dentro de territorio ruso

La semana comenzó con alarma después de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, permitiera a Ucrania el uso de armas de largo alcance para golpear territorio ruso. Pese a que ningún misil fue disparado, la posibilidad del ataque enciende preocupaciones de una escalada en el conflicto.

Tras meses de negativas por parte del mandatario estadounidense, la inminente presidencia de Donald Trump y sus declaraciones a favor de un rápido desenlace de la guerra precipitaron el cambio en la política de Biden; con el beneplácito estadounidense, Francia y Reino Unido también autorizaron el uso de sus propios misiles de largo alcance, que al contener componentes de fabricación estadounidense requerían el visto bueno de Washington.

Oficiales estadounidenses mencionaron que la licencia de uso de estas armas es limitada a ataques contra las fuerzas rusas y norcoreanas estacionadas en la región rusa de Kursk, donde la contraofensiva ucraniana montada a mediados de agosto ha sido reforzada por tropas de Corea del Norte.

Mientras Washington espera que el uso de estas armas funcione como una medida disuasoria que evite el despliegue de más efectivos por parte del régimen de Kim Jong-un, no se espera que los ataques con estas armas cambien el curso de la guerra.

En opinión del profesor Genaro Beristain, especialista en Seguridad Internacional del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, la posición ucraniana en el conflicto no mejorará con el uso de este armamento pues Rusia se encuentra muy aventajado en el campo.

“La guerra ya no tiene una salida favorable para Ucrania, hasta que llegue la administración de Donald Trump y comiencen las negociaciones se podrá armar un nuevo plan de paz. No habría un retroceso significativo del Ejército ruso o en las posiciones ocupadas en Kursk y estas nuevas armas no traen consigo buenas expectativas para Ucrania”, señala el académico.

Se espera que Ucrania haga uso de sus nuevas capacidades en los siguientes días, de manera consistente con el Plan de Victoria presentado a sus aliados por el presidente Volodimir Zelensky. En un mensaje a sus gobernados tras uno de los ataques más severos a la red eléctrica del país, el mandatario ucraniano remarcó que los misiles de largo alcance son un pilar fundamental de su estrategía militar y llamó a sus aliados a aumentar los sistemas de defensas aéreas con los que cuenta su país.

La posición ucraniana en el conflicto no mejorará con el uso de este armamento pues Rusia se encuentra muy aventajado en el campo. Foto: Especial

La reacción de Moscú a la autorización de armas de largo alcance

Mientras Kiev se prepara para hacer uso de los misiles de largo alcance, el Kremlin advierte que un ataque con armas estadounidenses representa una escalada en las tensiones entre Moscú y Occidente y significaría “una nueva situación respecto al involucramiento de Estados Unidos en el conflicto”.

Para Moscú, el uso de armas de largo alcance proporcionadas por Estados Unidos o algún miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sería visto como el involucramiento directo de estas naciones en el conflicto.

En septiembre pasado, el presidente ruso, Vládimir Putin, declaró que Ucrania no tenía las capacidades militares para atacar su nación, pues requeriría vigilancia satelital que solo podía ser provista por sus aliados occidentales; por la tanto, si recibía una agresión con armas de largo alcance, Rusia estaría obligado a responder ante tal amenaza.

Con el invierno acercándose y las fuerzas rusas ganando terreno al este de Ucrania, en conjunto de una campaña aérea que satura las defensas de Kiev, el Kremlin condenó la autorización estadounidense y su portavoz, Dmitry Peskov, acusó a la administración Biden de aumentar las tensiones innecesariamente.

Si bien ni los misiles tácticos MGM-140 estadounidenses ni los Storm Shadow británicos tienen un alcance suficiente para amenazar Moscú, la cúpula política rusa advierte que su uso no cambiará el resultado de la guerra, pero sí podría dañar permanentemente las relaciones ruso-estadounidenses.

Al respecto, el profesor Beristain apunta que si bien Rusia tiene la capacidad de influenciar otros frentes que pongan en riesgo los intereses de Washington en otras regiones del mundo a través de la cooperación con agentes anti estadounidenses, las amenazas de un desgarre en las relaciones entre ambos países forma más parte del mensaje a los ciudadanos que de políticas de Estado.

“La sociedad rusa no toma a bien este anuncio (de cambiar el permiso) y busca que sus autoridades den una respuesta contundente, pero Putin y sus asesores saben que Biden se va en dos meses y que la relación con Trump es muy distinta (…) El presidente electo puede retractarse de esa decisión una vez llegando a la Oficina Oval y restringir las armas y el dinero estadounidense que fluye a Ucrania es parte de desescalar el conflicto”.

La última muestra de apoyo de Joe Biden a Ucrania

Si bien la justificación del Pentágono para otorgar el permiso a Ucrania para lanzar misiles se basó en la presencia de tropas norcoreanas en la frontera con Ucrania, el profesor Beristain ve en el cambio de políticas estadounidenses el último impulso de una administración que falló en proteger sus intereses.

“Es una de las últimas medidas que Joe Biden va a hacer para ayudar a Ucrania, para mantener la reputación estadounidense; sin embargo, como no parece que haya un cambio significativo en las posiciones rusas no va a ser una carta de negociación fuerte para Kiev”, apunta el especialista.

El profesor señala que la administración de Trump presenta oportunidades para finalizar el conflicto; sin embargo, la ilusión del magnate de terminar el conflicto en menos de 24 horas no es viable.

“No es así de sencillo, Ucrania va a tener que empezar a hablar de paz y sentarse a negociar; sin embargo, ahí Rusia va a tener una postura más fuerte. Aunque tenga la capacidad de disparar dentro de territorio ruso, Ucrania va a tener que capitular (…) para Putin es importante que desaparezca el actual liderazgo ucraniano y acabar con las posibilidades de que el siguiente gobierno se incorpore a la OTAN o a la Unión Europea para que Ucrania sea una Estado tapón que proteja los intereses rusos”, finaliza el especialista.

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