A diferencia de 2022, cuando el panorama político en América Latina giraba en torno al izquierdismo, este año esa tendencia se detuvo.
En Argentina, con la aparición en el escenario político de Javier Milei, el izquierdismo retrocedió desde las elecciones primarias de agosto pasado, cuando el economista obtuvo el 30 por ciento de los votos, superando por dos puntos a los representantes del oficialismo.
Desde ese momento, la imagen de Milei repuntó no solo en su país natal sino en toda la región, que estuvo a la espera de los resultados de las elecciones generales que arrojaría con su participación.
Para la primera vuelta de la jornada electoral, aunque el oficialismo tuvo una esperanza con el liderazgo de Sergio Massa, quien superó a Milei en cuanto al número de votos, 36.6 por ciento contra 29.9, la segunda ronda de las elecciones dio el giro definitivo.
El 19 de noviembre pasado, el kirchnerismo reconoció su fracaso y aceptó la victoria del economista, quien se convirtió en el presidente electo con el 56 por ciento de los votos escrutados a nivel nacional, abriéndole la puerta a una política conservadora.
Fue el 10 de diciembre que Milei tomó posesión; un evento al que no asistió la mayoría de los presidentes izquierdistas de la región, a excepción de Gabriel Boric, jefe de Estado de Chile.
En lugar de mandatarios como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien en octubre de 2022 catapultó el poder del izquierdismo en América Latina con su regreso al gobierno; o Andrés Manuel López Obrador, quien comenzó la ola opositora en 2018, a la toma de posesión de Milei asistió el rey Felipe VI de España, Volodimir Zelensky, de Ucrania; Luis Lacalle Pou, de Uruguay; y Viktor Orbán, de Hungría.
Daniel Noboa, presidente entrante de Ecuador, también estuvo entre los presentes en el nuevo inicio político en Argentina luego de haber jurado como jefe de Estado de su nación tres semanas antes.
La estrategia económica que implementará Javier Milei genera opiniones divididas al considerarse como un plan necesario para sanar las finanzas públicas del país, y al mismo tiempo, una medida que agudizará los problemas que ya se viven en Argentina.https://t.co/G6efR4ztGX pic.twitter.com/IP30RbOIIm
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) December 18, 2023
Daniel Noboa tomó posesión en Ecuador por un año y medio de gobierno
Al igual que Javier Milei en Argentina, en Ecuador asumió la presidencia un candidato lejano al escenario político: Daniel Noboa.
Fue el pasado 23 de noviembre que el joven empresario de 36 años, e hijo del excandidato presidencial Álvaro Noboa, juró como presidente en un contexto de crisis política y social en su país.
🇪🇨 Con 35 años de edad, Daniel Noboa Azín se convierte en el Presidente electo más joven en la historia de Ecuador pic.twitter.com/HFIu4cOrCy
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) October 16, 2023
Noboa tendrá la misión de terminar el mandato que le correspondía finalizar a Guillermo Lasso, pero que dejó por el inicio de una investigación en su contra por presunta corrupción.
El segundo trimestre de 2023 Lasso anunció que disolvía la Asamblea Nacional en un momento en el que el Legislativo analizaba si lo destituía o no. Su decisión también lo orilló a llamar a unas nuevas elecciones generales, las cuales fueron aprobadas sin mayores restricciones.
Aunque Lasso tenía la oportunidad de reelegirse, se retiró de la contienda, según sus palabras, para darle oportunidad a otros aspirantes y en respeto de la democracia de Ecuador.
De ese modo, le heredó a Noboa el reto de resolver, en solo un año y medio de mandato, la polarización social y política del país, y frenar la violencia que va en aumento.
El presidente de Ecuador también tendrá que enfrentarse a una oposición liderada por Luisa González, excompetidora a la presidencia y candidata de Rafael Correa, quien tenía una posibilidad de regresar a su país de su exilio en Bélgica en caso de haber ganado su aspirante.
En España, el Congreso rechazó el conservadurismo de Núñez Feijóo para gobernar el país
Contrario al caso de América Latina, donde el izquierdismo se frenó en países como Argentina y Ecuador, en España el conservadurismo se detuvo con la reelección de Pedro Sánchez.
En agosto pasado, aunque el rey Felipe VI le dio la oportunidad al ultraderechista Alberto Núñez Feijóo de formar gobierno, el político de 62 años no logró convencer a la mayoría de los diputados del Congreso, llevándolo una vez más al fracaso político en su intento de tomar posesión.
Ante el fracaso de la oposición, el monarca apostó por Sánchez, quien formó coalición con el partido Sumar, de Yolanda Díaz, para intentar tener la aprobación de los diputados, lo cual logró y tomó posesión el 17 de noviembre.
Con la victoria del oficialismo español, Sánchez obtuvo la presidencia de su país por tercera vez, en espera de que gobierne hasta 2027 a través de un plan de mando en favor de la equidad de género, el feminismo, y un enfrentamiento a la migración y la crisis económica que provocó la guerra en Europa y el más reciente conflicto en Medio Oriente.
🇲🇽🇪🇸 @lopezobrador_ festejó que el bloque integrado por el Partido Popular (PP) y VOX no logró los diputados suficientes para crear un nuevo Gobierno que releve al de Pedro Sánchez https://t.co/XSagbYjkRC
— Reporte Índigo (@Reporte_Indigo) July 24, 2023
La violencia continúa en Europa y Medio Oriente
Cuando comenzó 2023, la invasión de Rusia a Ucrania estaba por cumplir un año el 24 de febrero, lo cual se hizo una realidad que no vislumbra un fin próximo.
Al comenzar el último trimestre de este año, se registraron hasta 300 mil soldados rusos sin vida desde que comenzó la invasión y más de nueve mil 900 civiles muertos, entre rusos y ucranianos.
#PrimerasPlanas Viernes 24 de febrero de 2023.
➡️A un año del golpe, los saldos y heridas de la invasión de Rusia a Ucrania
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— Primeras Planas. La Prensa en el mundo (@PrimerassPlanas) February 24, 2023
A pesar del número de civiles que han perdido la vida por el conflicto, ni el gobierno del presidente Vladimir Putin ni el de Volodimir Zelensky, junto con sus socios de Occidente, han levantado la bandera blanca.
Mientras que Putin ha dejado en claro que continuará con la guerra hasta que cumpla con su objetivo de tomar más territorios de Ucrania, como así lo hizo con Crimea en 2014 y ahora con el lado este del país, Zelensky no frena sus intenciones de solicitar más ayuda del exterior para darle frente a Rusia.
Al cierre de esta edición, Zelensky tiene seguro el respaldo de Estados Unidos y de la Unión Europea, mientras que Rusia de Hungría, Cuba y, en parte, de China por ser el gigante asiático un mediador del conflicto, aunque su cercanía con Moscú es evidente por los encuentros frecuentes de sus jefes de Estado.
Además de que el presidente ruso pretende tomar más territorios ucranianos, otro de los propósitos de continuar con la invasión es evitar que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se expanda como hasta ahora, pues en caso de hacerlo Rusia estaría rodeado de socios de Occidente.
Antes de que las tropas rusas se adentraran Ucrania por su lado este, el gobierno de Zelensky estaba en busca de integrarse a la alianza militar, pero el acuerdo se detuvo por la invasión.
A dos meses de que se cumplan dos años del conflicto ruso-ucraniano, otro conflicto bélico tomó la atención de la comunidad internacional: la violencia entre Israel y Hamás, la cual se desarrolló el pasado 7 de octubre.
Con el argumento de que defendían la soberanía de los palestinos, los integrantes del grupo terrorista que gobierna la Franja de Gaza desde 2007 se adentraron a Israel para asesinar y raptar a quienes se encontraban en su camino, entre ellos ciudadanos extranjeros. Como medida de respuesta, el gobierno de Benjamin Netanyahu envió a su ejército en busca de Hamás para eliminarlo, lo que ha duplicado el número de muertos.
El pasado 20 de diciembre se registraron 20 mil personas fallecidas en Gaza por los ataques del ejército israelí, entre ellos ochos mil niños y seis mil 200 mujeres.
Por los ataques entre ambos bandos, la comunidad internacional ha llamado, en más de una ocasión, al cese del fuego, lo cual se ve poco probable de cumplir por las posiciones del gobierno israelí y los islamistas.