En Cataluña, ciudadanos que apoyan el independentismo pretenden protestar toda la semana y sus acciones pueden modificar el panorama político de España.
Las manifestaciones que comenzaron el lunes tomaron fuerza este miércoles porque algunos de sus protagonistas incendiaron automóviles y se enfrentaron a las fuerzas armadas, de acuerdo con información de la agencia Reuters.
Los manifestantes salieron a las calles porque el Tribunal Supremo de España impuso penas de entre 9 y 13 años de cárcel a los nueve líderes independentistas catalanes condenados por el proceso soberanista de la comunidad autónoma.
El exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras afronta la pena más alta, 13 años, por los delitos relacionados de sedición y malversación.
Reuters detalla que los manifestantes bloquearon las carreteras y las líneas de tren durante el día y, al anochecer, prendieron fuego a los automóviles.
El medio de comunicación digital español eldiario.es puntualiza que quienes prendieron fuego a contenedores y un mínimo de cinco coches aparcados en las calles de Barcelona fueron jóvenes encapuchados.
En el cruce de la Gran Vía con la calle Sicilia, un grupo reunificado de 500 encapuchados prendieron fuego a varios contenedores antes de la medianoche y lanzaron cristales, piedras y varios objetos a antidisturbios de la Policía Nacional y los Mossos, quienes se retiraron.
El diario español entrevistó a cuatro grupos distintos de encapuchados en la zona de la Gran Vía. Todos eran jóvenes y explicaron que provocaron los altercados porque están cansados de las protestas pacíficas.
Los manifestantes dijeron que son conscientes de que los disturbios no traerán la independencia de la comunidad, pero aseguraron que las movilizaciones pacíficas tampoco la han conseguido.
Las protestas no se limitaron a la capital catalana, de acuerdo con los reportes del medio español. También hubo encuentros entre manifestantes y policía en Tarragona, donde un furgón de los Mossos d’Esquadra atropelló a un joven en medio de los disturbios.
El Sistema de Emergencias Médicas de Catalunya registró un total de 52 personas heridas en las protestas del miércoles. El mayor número de atendidos se localiza en Barcelona capital: en total 32.
El president de la Generalitat de Catalunya Quim Torra hizo un llamado a la calma y aseguró que el movimiento independentista no realizó los incidentes violentos ocurridos en las calles.
“Hay que frenarlo ahora mismo. No hay ninguna razón para los actos vandálicos… No tenemos que dejar que los infiltrados y provocadores nos aparten del buen camino… No tenemos que caer en el engaño de las provocaciones, no nos representan”, dijo Torra en la noche del miércoles.
Las protestas pueden continuar el resto de la semana porque la Asamblea Nacional Catalana con el apoyo de Òmnium Cultural convocó a cinco “Marchas por la libertad” durante tres días que comenzaron el miércoles.
Los manifestantes recorrerán casi 100 kilómetros desde las ciudades Girona, Vic, Berga, Tàrrega y Tarragona hasta Barcelona por etapas, una por la mañana y otra por la tarde. El viernes, las cinco marchas confluirán en la capital catalana.
Consecuencias políticas de la violencia en Cataluña
La especialista en política europea Marta Ochman explica que las protestas son violentas en Cataluña porque imitan una tendencia global de movimientos y organizaciones que ya no confían en las manifestaciones pacíficas.
“En un mundo globalizado la forma en la que gente protesta también se imita y de las protestas pacíficas en Cataluña que incluían cadenas humanas pasaron a los repertorios mucho más violentos como en Hong Kong y México”, describe la también doctora en ciencias sociales.
La especialista agrega que las protestas también reflejan una polarización en la sociedad catalana y española mediante actos como cuando un hombre golpeó una mujer que decidió ondear una bandera española en una manifestación en contra de la sentencia a los líderes independistas.
La especialista añade que las protestas violentas no ayudan a que Cataluña sea reconocido como un Estado autónomo porque provocan que menos españoles apoyen el independentismo en un contexto cercano a las elecciones del 10 de noviembre.
En este sentido, la doctora percibe que los españoles brindan su intención de voto a los partidos dependiendo de su relación con la demanda independentista de Cataluña.
“Le dan apoyo a nivel nacional a los partidos que tienen una posición definida sobre cuestiones de independencia. El PSOE es el más alto en intención de voto, pero no logra una mayoría, entonces necesita hacer alianzas y una de las cuestiones que divide a los partidos es su posición sobre la cuestión de Cataluña. PP y Ciudadanos están muy radicales y a favor de mano dura y Unidas Podemos tiene una posición mucho más ambigua porque no apoya la independencia, pero tampoco medidas como las sentencias judiciales”, dice la especialista.
Ochman dice que el independentismo catalán es uno de los temas más difíciles para formar coalición en caso de que el PSOE gane las elecciones porque el presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez no quiere tener una posición dura como Ciudadanos, pero tampoco logra acuerdos con Unidas Podemos.
Además, la especialista menciona que entre más se radicaliza el movimiento independista más necesidad tiene el Estado español de ser firme en sus recursos judiciales y deja de lado sus herramientas de negociación.
En ese sentido, Sánchez pidió al president de la Generalitat que condene sin excusas la violencia en las calles catalanas.
“Vamos a modular la respuesta en función de la actitud y las decisiones de los líderes independentistas”, dijo el presidente de Gobierno, pero pidió la calma frente a las peticiones para que aplique el artículo 155, apartado que da poder al gobierno central para adoptar las medidas necesarias para forzar a las comunidades autónomas como Cataluña a cumplir con las obligaciones constitucionales.
“Nos quieren exaltados y divididos, nos deben encontrar firmes, serenos y unidos. No vamos a sobreactuar”.