Con un “profundo pesar”, la compañía fundada en 2011 por profesores de Stanford –preocupados por la falta de acceso a educación de calidad– anunció el martes que el gobierno estadounidense se interpuso en su misión.
Coursera explicó en un comunicado que tuvo que limitar su accesibilidad en varios países debido a ciertas regulaciones de control de exportación de Estados Unidos que prohíben a empresas locales ofrecer servicios a usuarios de naciones sancionadas, entre ellas Cuba, Irán, Sudán y Siria.
Los cursos en línea masivos y abiertos o MOOCs, por sus siglas en inglés, entran en la categoría de servicios, por lo que Coursera se vio obligada a este “bloqueo educativo” tras ser notificada que no estaba actuando conforme a la ley.
La medida no solo afectará a los futuros interesados, sino también a los alumnos registrados actualmente.
“A partir de esta semana, los estudiantes que intenten iniciar sesión en las páginas del curso en nuestro sitio o crear nuevas cuentas será restringido el acceso a estos recursos.
Sin embargo, será posible navegar por el catálogo de cursos y explorar el sitio web y blog de Coursera, que se consideran información pública y no servicios y por lo tanto no están sujetos a restricciones”, detalló la compañía en su blog oficial.
Y agregó: “Durante este tiempo, nos solidarizamos con las frustraciones de los estudiantes que se ven afectados por este cambio y hemos convertido en una prioridad avanzar rápidamente hacia una solución”.
Coursera cuenta con 596 cursos de 108 universidades de alto prestigio en 190 países y más de seis millones de estudiantes.