Profeta en su tierra
Francisco regresó por primera vez desde que fue nombrado Papa a la región que lo vio nacer.
El pontífice pisó de nuevo América Latina a los pocos meses de suceder a Benedicto XVI como máximo jerarca de la Iglesia Católica.
Jorge Mario Bergoglio arribó a Rio de Janeiro, Brasil, en donde tuvo un encuentro con miles de jóvenes católicos que lo esperaron en el simbólico monumento del Cristo Redentor y quienes rompieron el cerco de seguridad para estar cerca de él.
Indigo Staff
Francisco regresó por primera vez desde que fue nombrado Papa a la región que lo vio nacer.
El pontífice pisó de nuevo América Latina a los pocos meses de suceder a Benedicto XVI como máximo jerarca de la Iglesia Católica.
Jorge Mario Bergoglio arribó a Rio de Janeiro, Brasil, en donde tuvo un encuentro con miles de jóvenes católicos que lo esperaron en el simbólico monumento del Cristo Redentor y quienes rompieron el cerco de seguridad para estar cerca de él.
El papa, siguiendo la misma línea que ha caracterizado sus últimos discursos, manifestó su preocupación por el desempleo entre los jóvenes, que en algunos países alcanza porcentajes preocupantes de dos dígitos.
Dijo que con ese nivel de desocupación “corremos el riesgo de crear una generación que nunca trabajó. La gente joven en este momento está en crisis”.
No especificó ningún país o región, pero gran parte de Europa ve cifras de desempleo, especialmente en Grecia, España e Italia.
Brasil está en mejor forma que las naciones europeas ya que tiene la desocupación en un nivel históricamente bajo.
Además, fiel a su estilo alejado de los cánones suntuosos, el Papa salió de Roma en un vuelo especial de Alitalia cargando su propio maletín color negro, el cual sostuvo incluso al despedirse de las personalidades que vitorearon su partida.
A Francisco se le ha aplaudido en varias ocasiones los gestos de humildad que ha mostrado desde que llegó al Vaticano, los cuales no son muy diferentes a la forma de vida que lo popularizó en su natal Argentina.
El pontífice expresó también su desasosiego por las personas de la tercera edad que en su criterio no deben ser aisladas “o descartadas como si no tuvieran nada que ofrecernos”.
Los viejos “tienen la sabiduría de la historia, la sabiduría de una nación, la sabiduría de una familia, y necesitamos eso”, expresó Francisco.
Gira carioca
A su arribo a tierras brasileñas, el Papa recorrió un sector de la ciudad en papamóvil y se reunió con la presidenta Dilma Rousseff en el Palacio de Guanabara, sede del gobierno estatal de Río de Janeiro.
Se espera que al menos un millón de personas participen en la Jornada Mundial de la Juventud , que se extenderá hasta el 28 de julio.
El alcalde de Río de Janeiro Eduardo Paes y el padre Marcio Queiroz dijeron en conferencia de prensa que aunque aún no tienen todas las cifras oficiales, al menos 450 mil personas habían ingresado hasta el domingo por el aeropuerto de la ciudad, donde viven seis millones de personas.
El alcalde dijo que esta es la oportunidad perfecta para que el mundo aprecie las dos caras que hay Río.
Que los reflectores internacionales vean las “cualidades, defectos, incoherencias y contrastes” de la ciudad, como lo es la disparidad entre las postales de las costas paradisiacas junto a las empobrecidas favelas.
La Jornada Mundial de la Juventud ha atraído a cientos de creyentes de diversos países de la región.
Tal es el caso de Yessica Ramírez, una joven de 22 años que viajó desde Colombia y aprovechó la visita a Brasil para relajarse un momento en las famosas playas de Ipanema.
El impacto de Francisco
Bergoglio se mantendrá lejos de temas polémicos como el aborto o los matrimonios entre parejas del mismo sexo.
Centrará principalmente su mensaje en que la Iglesia debe enfocar su atención en los más pobres y que el clero debe llevar una vida de servicio y humildad.
Brasil, como algunos otros países de la región, permite el aborto en caso de violación, riesgo de la vida de la madre o que el niño tenga anencefalia.
La Corte Suprema permitió la unión civil de parejas del mismo sexo en 2011.
La brasileña Sara Gerusa, de 19 años, siente que el exarzobispo argentino habla un lenguaje más accesible a los jóvenes por su simpleza y por hablar en español, un idioma que sus compatriotas están acostumbrados a escuchar.
No obstante, millones han abandonado el credo católico para machar a otras creencias como la evangélica o directamente al secularismo.
Un sondeo del grupo Datafolha divulgado el domingo por el diario Folha de S. Paulo indicó que 57 por ciento de los brasileños de 16 años en adelante se consideran católicos, el más bajo porcentaje histórico.
Hace apenas seis años, cuando Benedicto XVI visitó Brasil, una encuesta de la misma firma indicó que los que se consideraban católicos era 64 por ciento.
Y cuando Juan Pablo II se convirtió en 1980 en el primer pontífice en visitar Brasil, el 89 por ciento de la población se consideraba católica.
Datafolha entrevistó a tres mil 758 personas del 6 al 7 de junio. El sondeo tuvo un margen de error de dos puntos porcentuales.
(Con información de AP)