Parecería que hubiese una guerra de portadas en Estados Unidos.
Tras la polémica portada de Time que mostraba a una madre amamantando a su hijo de3 años, Newsweek ha decidido contraatacar con una que muestra provocativamente a Barack Obama con un halo de arcoíris y el encabezado “El Primer Presidente Gay”.
El artículo escrito por Andrew Sullivan–periodista conservador gay–argumenta que la posición del presidente respecto al matrimonio gay era de esperarse, ya que la experiencia de aceptación personal de Obama como un hombre multiracial es comparable con el de una persona homosexual.
El impacto de esta noticia va más allá de la portada. La decisión de Obama de anunciar que está a favor de los matrimonios entre parejas homosexuales es un hito que redefinirá la campaña que tenemos por delante. La elección está siendo proyectada por la campaña demócrata desde su aspecto social. La decisión será entre alguien que apoya los derechos de igualdad y Mitt Romney,el candidato republicano que busca que una enmienda constitucional prohíba los derechos de las parejas gay en todos los estados de EU.
A Romney no le ayudan nada las revelaciones publicada por el Washington Post la semana pasada, en el que se confirmó que en su época preparatoriana, el ex gobernador de Massachusetts atacó a un compañero de clase homosexual. Nadie quiere a un presidente bully.
La decisión de Obama no es simple oportunismo político, el presidente sabe que está del lado correcto de la historia de los derechos civiles, pese a que esto pueda tener repercusiones al tratar de ganar votos en los conservadores “red states” de Estados Unidos. Pero su mira no está en ganar votantes conservadores- algo casi imposible- sino en convencer y dominar el voto joven e independiente en los Estados Unidos.
Es una decisión que va bien con el slogan de su campaña: Forward (Adelante).
