Presidente de Turquía buscará reelección en el marco de catástrofe por sismo

Las próximas elecciones generales en Turquía avecinan un reto para su actual presidente Recep Tayyip Erdogan.

En caso de que busque permanecer en el poder por cinco años más, deberá seguir respaldando a sus connacionales luego del sismo de 7.8 en la escala de Richter que impactó al sur de su país el pasado 6 de febrero, y uno más de 7.6 que sucedió horas después.

De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al cierre de esta edición más de 31 mil 600 personas fueron encontradas muertas y hasta 80 mil heridas; cifras que se prevé vayan en ascenso debido a las continuas labores de rescate.

Considerando que Turquía tiene planeado ir a las urnas el próximo 14 de mayo, durante los meses siguientes las acciones y declaraciones de su mandatario podrían favorecerlo o perjudicarlo en materia electoral.

“Es un hecho que no hemos podido responder tan rápido como esperábamos”, reconoció Erdogan en una de sus últimas declaraciones a los medios locales, agregando que nadie podría estar listo para un escenario como ese.

El papel de la oposición

Miembros de la oposición turca se han aprovechado de las declaraciones de Erdogan en cuanto a las acciones que siguen escaseando, asegurando que es “el desastre del siglo”.

Kemal Kilicdaroglu, representante del partido Republicano del Pueblo (CHP), es una de las figuras de la oposición que más se han abalanzado contra el jefe de Estado, puntualizando que lo único que puede hacer el mandatario son “consignas vacías”.

“Él no sabe cómo dirigir el Estado, es así de simple. ¡Basta, estamos cansados! Que vaya y se siente en su palacio y cada uno haga su trabajo”, compartió el político vía Twitter.

Como estaba previsto desde el año pasado, se espera que la oposición turca anuncie el nombre de su candidato a la presidencia a más tardar la última semana de febrero. Quien sea elegido, deberá representar a seis partidos que se unieron para tratar de derrocar al gobierno de Erdogan luego de 20 años en el poder.

A pesar de las intenciones de la oposición, el doctor Adán Rodríguez, especialista en Relaciones Internacionales de la UNAM, cree que son altas las posibilidades de que Erdogan permanezca como jefe de Estado, sobre todo porque es quien controla el Parlamento, al Ejército, a la Policía, e incluso a los centros de pensamientos como las universidades.

“Es cierto que Erdogan ha perdido popularidad. Veo incluso malestar poblacional muy importante porque no se ha obtenido la suficiente ayuda por parte del gobierno en labores de rescate y ayuda humanitaria (…) Sin embargo, no sabemos a ciencia cierta qué tanto puede esto perjudicarlo porque ha construido un régimen autoritario”, comparte Rodríguez.

Para el también docente, lo que podría beneficiar al mandatario es identificar a los constructores de los edificios que se derrumbaron a fin de castigarlos, y por otro lado apoyar en materia humanitaria a la gente resguardada en campos tras el derrumbe de sus hogares.

Hasta el momento, el presidente se ha comprometido, entre otras cosas, a reconstruir en un año todas las casas y edificios derrumbados por los sismos mientras su gobierno se hace cargo del pago de los alquileres de las personas afectadas.

Asimismo, aseguró que aumentará el equipo de vigilancia y seguridad con el envío de 26 barcos, 75 aviones, 81 helicópteros y 12 mil equipos de construcción a las zonas más perjudicadas al sur de su nación.

En caso de no respaldar lo suficiente a su población ante la catástrofe natural, Erdogan podría vivir un escenario similar al del exprimer ministro turco Bulent Ecevit, quien fue presionado por la sociedad civil por hacer lo mínimo para impulsar a su país tras un sismo registrado en 1999, el cual dejó hasta a 18 mil personas muertas.

Más allá del sismo

Además de las políticas públicas que se prevé expongan los candidatos en torno a la recuperación del desastre natural, podrían enfocarse en otros temas de urgencia.

Uno de ellos es la crisis económica. A pesar de que la inflación en Turquía ha ido descendiendo de 85.5 por ciento en octubre de 2022 a 64.27 en enero, sigue representando una preocupación para la población debido a la inestabilidad que podrían tener con los productos de primera necesidad.

Otro desafío es la política exterior, la cual el presidente Erdogan ha manejado de manera neutral, principalmente ante sucesos como la invasión a Ucrania.

Respecto a la guerra europea, el mandatario turco se ha manifestado en favor del diálogo e incluso como mediador entre los países involucrados. A diferencia de su administración, otros gobiernos se han ido contra Rusia, el cual parece tener una relación más apegada con Turquía.

Con el gobierno turco de su lado, Rusia cuenta con un aliado más dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza que amenaza con la seguridad del territorio ruso en caso de atacar a uno de sus países miembros.

Como Vladimir Putin, Erdogan está en contra de la expansión de la OTAN. Ejemplo de eso fue su negación al ingreso de Suecia a la organización bajo el argumento de que los suecos habían permitido que una persona de ideología ultraderechista quemara una copia del Corán, un libro sagrado entre los musulmanes.

De cara a las elecciones, otro punto que Erdogan deberá reforzar incluso más que sus rivales es el combate a la corrupción.

En 2021, el presidente tuvo que afrontar que en la asociación que su hijo lideraba, la Fundación de la Juventud de Turquía (TÜGVA), fueron encontrados diversos documentos sospechosos, entre ellos una lista de miembros de la fundación a los que se recomendaba colocar en diversas instancias del Estado, desde la dirección de centros educativos hasta cargos dentro de la Policía y las Fuerzas Armadas.