Presidente de Ecuador busca mostrar otra cara de su país en el mundo además de la violencia

Daniel Noboa viajó a la Feria Internacional de Turismo en España en un intento de mejorar la imagen de inseguridad de su país; sin embargo, especialistas aseguran que su salida demuestra “inmadurez”
Pablo Abundiz Pablo Abundiz Publicado el
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En medio de un conflicto armado interno en su país, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, viajó a España para asistir a la Feria Internacional de Turismo (Fitur). Durante su visita en Madrid, el mandatario se reunió con el Rey Felipe VI y con su homólogo Pedro Sánchez.

Esta es la primera salida al extranjero del presidente ecuatoriano desde que el pasado 9 de enero decretara estado de excepción a razón de la crisis de inseguridad que detonó la fuga del preso más peligroso de Ecuador, José Andolfo Macías, alias “Fito”.

Durante la inauguración de la Fitur, el presidente Noboa aprovechó la presencia de los reyes de España para buscar la cooperación del país iberico no solo en los asuntos que conciernen a las operaciones militares, sino también en temas culturales y financieros. El mandatario ecuatoriano utilizó su posición como invitado para exhortar a la inversión española, pues aseguró que las condiciones ecuatorianas están mejorando.

Una vez concluida su participación en la feria del turismo, el presidente latinoamericano se reunió con su homólogo español, quien le expresó el apoyo del gobierno que encabeza hacia las instituciones democráticas ecuatorianas y su intención de profundizar las relaciones bilaterales en materia de seguridad.

La violencia en Ecuador es un obstáculo para Noboa

A solo dos meses de haber tomado posesión, Noboa plantea posicionar a Ecuador como un centro turístico y de inversiones a pesar de la crisis de seguridad en la que tomó el gobierno; sin embargo, con un mandato de tan solo 18 meses, el presidente de 36 años tiene poco tiempo para implementar los cambios necesarios para dar un giro a la imagen de violencia que sufre su país.

La doctora Silvia Soriano, del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, considera que las “buenas intenciones y las bellezas naturales” que el país sudamericano tiene para convertirse en un centro turístico internacional chocan con la realidad de seguridad que se proyecta al exterior.

Ecuador es un país muy bonito, más allá de las Islas Galápagos que todos hemos oído nombrar, el turismo es un área que atrae a mucha población por la cuestión indigena que también es muy atractiva para Europa, pero estos buenos deseos se estrellan con la realidad que ya veníamos contemplando y que se convierte en una traba. Lo que la gente común ve normalmente es lo que se difunde, como la toma del canal de televisión; entonces, a nivel de turismo e inversión, eso se convierte en un obstáculo”, destaca la especialista en la región.

La académica añade que a pesar de lo visto al exterior, no todo Ecuador es violento, lo cual Noboa ha buscado resaltar durante su visita a España.

Dos días antes de su viaje a Europa, en un acto donde entregó equipamiento a la Policía Nacional, el presidente declaró que a pesar de tener todo en contra, se estaba ganando la batalla contra las mafias que azotan el país; sin embargo, su viaje a la Fitur puede leerse de manera perjudicial para su imagen.

“Esto (el viaje) refleja la inmadurez del presidente Noboa. Él mismo declara un estado de excepción, después un conflicto armado interno, y seguido a eso aplaude la intromisión de los Estados Unidos y después se va; entonces muchas personas en Ecuador piensan que el presidente toma decisiones drásticas y no está a la cabeza de su gobierno”, comenta la catedrática.

La alianza de seguridad con Estados Unidos no prevé buen resultado para Ecuador

En el contexto del conflicto armado interno declarado por Noboa, la Corte Constitucional decidió que el ecuatoriano tiene la capacidad de ratificar los tratados de cooperación negociados con Estados Unidos durante la administración de su predecesor, los cuales permiten al personal de las fuerzas armadas estadounidenses operar en contra de las actividades “transnacionales ilícitas” con la autorización de autoridades internacionales.

En opinión de la doctora Soriano, la decisión de Ecuador de aceptar la ayuda estadounidense es no aprender de las experiencias cercanas de otros países de la región.

“Estados Unidos está metido en todos lados, en América Latina tiene una presencia muy fuerte en los países que siempre ha considerado como parte de su esfera de influencia. Daniel Noboa al permitirles el ingreso es un riesgo bastante grande (…) Lo primero que recordamos es el Plan Colombia y eso significó una violencia desmesurada, una gran cantidad de muertos y finalmente no se tradujo en una solución al conflicto; la ayuda que ofrece Estados Unidos nunca es desinteresada”, señala Soriano.

La doctora apunta que la ayuda estadounidense y los poderes especiales que se le dieron al ejército y la Policía Nacional hay que contextualizarlas en un clima de miedo muy profundo y generalizado en el que múltiples sectores de la vida pública ecuatoriana se han aglutinado alrededor de la necesidad de seguridad.

“Una situación de emergencia genera miedo en la población, un pánico fundado en rumores que hace que la gente espere que haya un apoyo al presidente. En ese sentido, se le dan las posibilidades de tomar las decisiones que considere pertinentes para acabar con la emergencia, que esperan no dure mucho tiempo” comenta la especialista.

Sin embargo, Soriano no comparte el optimismo de las autoridades ecuatorianas en cuanto a la duración del conflicto. La experiencia propia y la colombiana recuerdan que las disputas contra estructuras de crimen organizado enraizadas en la región no tienen una victoria limpia y expedita.

Hay una expectativa de que se solucionará pronto por las medidas que tomó el presidente, por otro lado, el problema es mucho más profundo que grupos de terroristas enemigos del Estado que se tienen que combatir, y Noboa no está lidiando con esa complejidad. Tanto en Ecuador como en México hay una gran corrupción: el ejército en las calles. Conocemos en México esa dolorosa experiencia, donde hay quien tiene la capacidad de actuar con medidas extremas, pero el ejército tiene un gran barniz de corrupción y (en el caso ecuatoriano) Noboa no ha hecho nada por combatirlo”, finaliza la académica.

Estados Unidos tiene una presencia significativa en diversas regiones, y en América Latina, su influencia es notoria, especialmente en aquellos países que tradicionalmente ha considerado dentro de su esfera de poder. Permitirles la entrada a Daniel Noboa representa un riesgo considerable
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