Luego del asesinato del general Qasem Soleimani en Bagdad, los reflectores voltearon hacia el creciente conflicto entre Estados Unidos (EU) e Irán, sin embargo, Irak ha quedado en medio de los ataques.
El pasado 3 de enero, Soleimani y otro líder proiraní perdieron la vida en Irak tras un bombardeo perpetrado por EU.
Desde 1998, Soleimani es líder de una unidad de élite de la Guardia Revolucionaria de Irán, la Fuerza Quds.
Era el enviado de Teherán para los asuntos iraquíes; una figura clave en el régimen iraní. Era considerado incluso un “héroe nacional” y reportaba directamente al líder supremo, el ayatola Ali Jamenei.
Irán respondió casi de forma inmediata atacando bases iraquíes que albergaban tropas estadounidenses, acción que elevó la tensión y que incluso se habló de que podría ser un posible detonante de la tercera guerra mundial.
Ante el riesgo del estallamiento de una guerra declarada entre las dos naciones, el presidente Donald Trump aseguró que los ataques lanzados por la Guardia Revolucionaria de Irán no provocaron bajas.
Asimismo, invitó a renegociar el acuerdo nuclear con Irán y aseveró que Estados Unidos estaba listo para abrazar el proceso de paz que todos buscan.
Las aguas se habían tranquilizado con las declaraciones de Trump, pero las situación de nuevo se tornó complicada luego de que Irán reconoció que derribó un avión ucraniano que transportaba 176 personas.
En un comunicado, el ejército iraní atribuyó este ‘error humano’ a lo que llamó ‘un giro brusco e inesperado’ del avión hacia una base militar sensible.
¿POR IRAK QUEDÓ EN FUEGO CRUZADO?
Los en problemas en Irak han atravesado un periodo de tiempo muy largo, que nació con el derrocamiento de Saddam Hussein y la invasión encabezada por Estados Unidos en el 2003.
Asimismo, el poder pasó de manos de la minoría sunita laica a una nueva situación en la cual el poder está repartido entre distintos actores.
Tras varios meses de complicadas negociaciones, dos facciones chiitas (la coalición Sairoon y la alianza Fatah) formaron el actual gobierno encabezado por el primer ministro Adel Abdel Mahdi, quien no pertenece a ninguna de estas organizaciones, pero su gobierno sí depende del apoyo parlamentario.
En este sentido, se entiende que el país aún vive en un complicado y frágil equilibrio.
En entrevista para la BBC, la analista sobre temas de Medio Oriente de la consultora Stratfor, Emily Hawthorne, apuntó que Irak es una nación dependiente de potencias extranjeras para su seguridad y estabilidad económica.
Además de Turquía y otros países Europeos, Estados Unidos e Irán son los actores más fuertes de esta dependencia internacional.
Por esta razón –agregó–, es complicado que Irak logre un equilibrio político entre Washington (EU) y Teherán (Irak), ya que tiene relaciones con ambas naciones.
“Irak se enfrenta a un acto de equilibrio imposible entre Estados Unidos e Irán, que en adelante se va a hacer cada vez más difícil”, señaló.
Maria Fantappie y Ali Vaez, analistas del International Crisis Group, advirtieron por su parte que el gobierno de Bagdad se torna más débil en la medida en que el antagonismo entre EU e Irán crece.
“La competencia entre los dos principales apoyos externos de Irak polariza su política y paraliza las operaciones cotidianas. Hoy, cuando crecen las tensiones entre Teherán y Washington, Irak podría ser nuevamente el campo de batalla físico y político, trastocando su frágil equilibrio interno y profundizando el caos regional”, escribieron los expertos en la revista Foreign Policy.
No obstante, Hawthorne ve complicado que en lo inmediato, Washington y Teheran libren una guerra armada en Irak, sin embargo, consideró que existe el riego de que una fuerza proiraní pueda implementar una acción mal medida en Teherán que elevaría la tensión con EU, ya que el gobierno de Donald Trump lo adjudicaría irremediablemente a Irán.
“Irak acaba de librarse del Estado Islámico y todo el mundo sabe que la situación de seguridad es frágil. (…) Irak es el principal escenario a observar para ver el choque de los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos con los de Irán y cómo eso afecta a otro país”.
TRUMP SE RETIRA DEL PLAN ACCIÓN
Los problemas comenzaron a escalar de nuevo desde que Trump decidió salir del Plan de Acción Conjunto y Completo –acuerdo firmado por Barak Obama–, el cual limitaba voluntariamente el alcance del programa de desarrollo nuclear de Irán a cambio de que las sanciones económicas contra este país fueran levantadas.
Sin embargo, Washington no sólo salió del acuerdo, sino que amplió las sanciones contra Irán.
Según expertos, el Gobierno de Trump suspendería la ayuda económica que entrega a Irak si éste no cumple con las sanciones contra Irán y si no reduce la importación de energía procedente de ese país.
Pero para el gobierno de Bagdad es complicado principalmente por la interdependencia económica con Irán y por su cercanía geográfica.
Hawthorne considera que aunque no es la causa, la invasión encabezada por EU a Irak habría influido en el conflicto, debido a que el gobierno de Saddam Hussein había servido como un contrapeso geopolítico a Irán.
