El 11 de septiembre del 2001, Estados Unidos recibió el mayor ataque terrorista de toda su historia, y aunque lo más recordado fue el de las Torres Gemelas en Nueva York no fue el único, pues un tercer avión también se estrelló contra el Pentágono; sin embargo, de esto no hay tantas imágenes y el Gobierno estadunidense solo liberó un video, ¿por qué?
Algunas investigaciones, como la de la periodista francesa Thyerry Meyssan, afirman que no fue un avión lo que impactó el Pentágono, sino un misil y las imágenes serían la clave de ello.
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Según Meyssan, el agujero del impacto al edificio que muestran las fotografías y videos es de un tamaño muy inferior al que provocaría un avión Boeing 757, que fue el que supuestamente se estrelló.
Además, los críticos han señalado que en ningún momento se puede apreciar ningún resto de fuselaje, ni alas, ni asientos, y la falta de imágenes sobre dicho acontecimiento aviva los cuestionamientos entre quienes no creen la versión oficial del ataque terrorista.
Y es que es difícil de explicar cómo es que en un lugar rodeado por cámaras, no se haya captado ninguna imágen más que la grabación liberada por el gobierno estadounidense. Según algunos periodistas, el resto de cintas habrían sido confiscadas por el FBI, incluida la de una gasolinera cercana.
Además de las imágenes, hay otras cuestiones que hacen dudar de la existencia de un avión en el atentado, pues el impactó ocurrió en el ala oeste del edificio, la cuál estaba en obras y no había personal.
Contario a las Torres Gemelas, el Pentágono es el centro de los servicios de defensa e inteligencia de EU y resulta difícil de explicar por qué los radares de la fuerza aérea no detectaron el vuelo y lo interceptaron, pues tuvieron 40 minutos desde el primer ataque para analizar un posible atentado contra el edificio, pero no fue así.
Sin embargo, la versión oficial sigue siendo la de un avión impactado y tampoco existen pruebas contundentes de que esto no haya sido así.
Quizá con el paso del tiempo se liberen más grabaciones de lo que pasó aquella mañana del 11 de septiembre en el Pentágono.
