Malala Yousafzai, la joven paquistaní que sobrevivió a un atentado de los talibanes y que fue galardonada ayer con el Premio Nobel de la Paz, compartió las primeras planas de los medios noruegos con un personaje inesperado: Adán Cortés Salas.
Cortés Salas, un mexicano de 21 años, captó la atención internacional al interrumpir la ceremonia en Oslo y dirigirse directamente a la activista.
El estudiante de la UNAM llevaba consigo una bandera mexicana manchada de rojo cuando, según trasciende, le dijo: “Malala, por favor no te olvides de México”.
Yousafzai, reconocida por su activismo a favor de la educación de la niñas, escuchó el breve mensaje antes de que agentes lo sacaran del recinto.
El diario Aftenposten reportó más tarde que el joven logró burlar la seguridad del Ayuntamiento y se comportó como un invitado más. Destacó además que la protesta fue pacífica y que no iba armado.
La primera ministra noruega declaró que entendió la irrupción como “un intento de hacer una manifestación política”.
La policía confirmó el arresto de Cortés y agregó que este había solicitado asilo político el martes.
Por su parte, el hermano gemelo del joven reveló a The Associated Press las intenciones de Adán.
“Él me llamo ayer (el martes) y sabía que iba a manifestarse durante la ceremonia del Premio Nobel de la Paz para exigir paz para México y que las autoridades se hagan responsables de la desaparición y posible homicidio de los estudiantes de Ayotzinapa”, dijo Austin Cortés Salas, quien aseguró que su hermano no pertenece a ningún partido ni agrupación política y que quería protestar con “prudencia e inteligencia”.