El miércoles, el papa Francisco fue llevado a un hospital en el centro de Roma después de su audiencia semanal para someterse a pruebas diagnósticas, según informó el Vaticano sin dar más detalles.
El Pontífice, de 86 años, llegó al Hospital Universitario Gemelli en un Fiat 500 blanco y, tras una breve visita, se retiró escoltado en el mismo automóvil.
El Papa había estado lidiando con una gripe leve en las últimas semanas, lo que lo llevó a cancelar algunos de sus compromisos, aunque apareció el domingo pasado para dar su bendición desde la Plaza de San Pedro como de costumbre.
Papa Francisco ha tenido problemas de salud en los últimos meses
El año pasado, Francisco sufrió un fuerte resfriado en medio del inicio de la pandemia de COVID-19 en Italia, y anteriormente había sido sometido a cirugías debido a complicaciones de salud, incluyendo la extirpación de parte de un pulmón en su juventud.
En su audiencia semanal, el Papa también aprovechó para recordar el 25 aniversario de la Convención sobre la prohibición de minas antipersonales y expresó su solidaridad con las víctimas de estos artefactos, además de hacer un llamado a la paz en Oriente Medio y Ucrania, y rezar por las víctimas de ataques en Burkina Faso y Haití.
Después de la audiencia, pasó cerca de una hora saludando a los fieles desde su silla de ruedas, deteniéndose para hablar, bendecir bebés e intercambiar regalos.
Con información de AP