Por considerarla un peligro, Rusia se deshace de WWF tras 34 años de labores en el país

La ONG fue catalogada como ‘indeseable’ por la Fiscalía General de Rusia, una decisión con la que el Estado gobernado por Vladimir Putin quiso proteger su seguridad nacional de Occidente
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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La naturaleza de Rusia está desprotegida. Sus animales y espacios verdes dejaron de tener a un cuidador con la retirada en el país del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

Ayer, WWF-Rusia dejó “con efecto inmediato” la organización no gubernamental luego de que la Oficina del Fiscal General de Rusia designara como “indeseables” sus actividades.

A través de un comunicado enviado por el equipo de comunicación del Fondo, se informó que en la ONG estaban “profundamente decepcionados” por la decisión tomada por el gobierno ruso después de 34 años de labores en ese territorio.

Durante ese tiempo, el Fondo estableció más de 100 proyectos de campo destinados a preservar la naturaleza, como devolver a sus hábitats al bisonte europeo y al leopardo persa. Además, se restauraron y conservaron poblaciones de grandes felinos asiáticos, argalí, osos polares, cigüeñas blancas orientales, entre otras especies.

“Lamentamos profundamente la caracterización de la Fiscalía General de Rusia de que WWF plantea ‘amenazas a la seguridad en la esfera económica’. Creemos que la conservación de nuestro mundo natural es vital, particularmente a medida que la crisis climática y de biodiversidad se aceleran en todo el mundo”, compartió la organización.

Asimismo, añadió que WWF se enorgullece por su historia de apoyo a la conservación de la naturaleza en Rusia, donde llegaron a respaldar las regiones del Ártico, Amur-Heilong, Altai-Sayan y el Cáucaso.

Rubén Ramos Muñoz, docente de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, explica que desde la perspectiva de Rusia, WWF al ser una organización de origen occidente, representa un riesgo para su seguridad nacional.

“WWF pertenece al Estado suizo y Suiza se ha caracterizado por apoyar los proyectos en favor de debilitar a Rusia por la invasión a Ucrania.

“Entonces, desde la perspectiva de Rusia se cree que aunque seas una ONG, pero detrás de ti hay una financiación pro-occidental, pones en riesgo su integridad”, comenta.

Greenpeace también fue organización ‘indeseable’ en Rusia

Antes de que la Oficina del Fiscal General de Rusia declarara como “indeseables” las acciones del Fondo, el mes pasado catalogó en el mismo bloque a la organización Greenpeace.

Al igual que WWF, Greenpeace tenía tres décadas trabajando en territorio ruso para defender al medio ambiente.

“Cualquier que describa a Greenpeace-Rusia como tal (indeseable), simplemente no tiene idea de lo ha estado haciendo durante 30 años”, respondió en su momento la organización.

El gobierno del presidente Vladimir Putin deberá crear programas o políticas ecológicas que reemplacen las impulsadas por organizaciones como WWF. Foto: Especial
El gobierno del presidente Vladimir Putin deberá crear programas o políticas ecológicas que reemplacen las impulsadas por organizaciones como WWF. Foto: Especial

En su caso, Greenpeace influyó para que los bosques vírgenes de Komi se convirtieran en el primer sitio del país en recibir la protección de la UNESCO. Le siguieron los volcanes de Kamchatka y el lago Baikal. Este último fue defendido por la organización de los cazadores de focas y puso fin a la fábrica de pulpa y papel, que había envenenado las aguas del lago durante décadas.

Greenpeace-Rusia también fue el primero en hablar sobre los problemas de separación y procesamiento de residuos en el país y realizó una investigación para proponer soluciones que lograran la neutralidad climática mediante el desarrollo de una economía circular.

Sin el respaldo de estas ONGs, el gobierno del presidente Vladimir Putin tendrá que crear programas o políticas ecológicas para el corto, mediano y largo plazo, o de lo contrario atenerse a las críticas que reciba por parte de la comunidad internacional y de activistas.

Detectan a Rusia como uno de los países que peor manejan la urgencia medioambiental

El gobierno ruso decidió alejar a organizaciones como WWF y Greenpeace de su país en un momento en el que se la ha criticado por no hacer lo suficiente en favor del medio ambiente.

En su último reporte publicado en noviembre de 2022, el Índice de Desempeño de Cambio Climático (CCPI), el cual califica la labor de 63 países en cuanto a sus políticas climáticas, ubicó a Rusia como una de las naciones que peor manejan la urgencia medioambiental.

Según los especialistas del CCPI, en 2020 sólo el 3.06 por ciento de las energías de Rusia fueron renovables, “mucho menos que la mayoría de los países evaluados”.

Además, el país liderado por Putin no sólo se encuentra entre los 20 países con mayores reservas desarrolladas de petróleo y gas, sino entre los nueve Estados responsables del 90 por ciento de la producción mundial de carbón.

A pesar de ese panorama, para 2030 Rusia planea aumentar su producción de gas y petróleo por encima del cinco por ciento, lo que es incompatible con el objetivo del 1.5°C del Acuerdo de París.

Los expertos del CCPI también culpan al conflicto en Ucrania como un detonante contra el medio ambiente.

“La guerra ha llevado a la movilización masiva de armas, aviones, tanques y camiones por parte de Rusia y Ucrania, expulsando grandes cantidades de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el proceso.

“La crisis energética resultante de la guerra ha debilitado la acción climática en todo el mundo, ya que los países buscan nuevas fuentes de combustibles fósiles en lugar de emprender acciones climáticas”, se detalla en el reporte.

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