Vicente Zambada, “El Vicentillo”, un exnarcotraficante mexicano que afirmó haber sido alguna vez informante de la DEA, declaró el jueves como testigo de la fiscalía durante el juicio que se sigue a Joaquín “El Chapo” Guzmán en Estados Unidos.
Zambada es el colaborador más reciente de la fiscalía que comparece en el proceso contra Guzmán en una corte federal de Brooklyn. Al igual que otros testigos, Zambada describió la violencia y codicia desenfrenadas que acompañaron el encumbramiento de Guzmán en el cártel de Sinaloa.
Los abogados de Guzmán, quien fue entregado a Estados Unidos en 2017 después de escenificar dos fugas espectaculares en México, intentan presentar a los testigos que colaboran con la fiscalía como oportunistas de dudosa reputación dispuestos a exagerar la implicación del acusado en el tráfico de narcóticos para conseguir atenuantes en los casos en su contra.
Zambada, de 43 años, es hijo del Ismael “El Mayo” Zambada, otro líder del cártel, quien sigue prófugo. Su tío Jesús Zambada, otro exmiembro del cártel, también testificó en contra del célebre capo mexicano.
Vicente Zambada relató el jueves al jurado sobre una reunión a principios de la década de 1990 en la que un líder de una organización narcotraficante rival le dijo que quería matar a su padre y a Guzmán para vengar un fallido intento de asesinato. En otra reunión a mediados de la década de los 2000, representantes de políticos mexicanos corruptos preguntaron si el cártel podía proveer 100 toneladas de cocaína que querían transportar en un buque petrolero, agregó.
Después de la extradición de Zambada a Estados Unidos, sus abogados afirmaron que había trabajado para la DEA como informante aun cuando participaba en el contrabando de cocaína. A cambio de la información que Zambada facilitara desde el interior del cártel, se le había prometido inmunidad en caso de que enfrentara juicio, según su defensa.
La fiscalía rechazó la afirmación de Zambada de que existía un acuerdo de inmunidad “aprobado a los niveles más altos de gobierno”. Después se declaró culpable y aceptó colaborar con la fiscalía.
Zambada volverá a declarar el viernes como testigo del gobierno en el juicio, que comenzó a mediados de noviembre y según previsiones se alargará hasta el mes entrante.