El reciente caso de brutalidad policial en Ferguson, Missouri, donde un uniformado de raza blanca mató a tiros a un joven negro y posteriormente se libró de ser procesado, ha puesto a las fuerzas del orden de EU bajo un intenso escrutinio público.
Estadísticas nacionales de ese país muestran que cientos de homicidios cometidos por oficiales entre 2007 y 2012 no fueron registrados en el Reporte Uniforme de Crimen del FBI, reveló ayer The Wall Street Journal.
Más de 550 homicidios cometidos por policías durante ese periodo no pudieron ser identificados, reportó el diario estadounidense. La falta de información completa hace imposible determinar con precisión cuántas personas mueren a manos de las autoridades cada año.
Ahora, la falta de transparencia ha encendido entre la población un sentimiento de desconfianza, el cual, ha asegurado el presidente Obama, es un problema que amerita ser tratado con prontitud y firmeza.
