Los polémicos columnistas de The New York Times

The New York Times es uno de los periódicos estadounidenses más importantes del mundo. El también llamado grey lady ha ganado prestigio por su labor periodística desde que se fundó en 1951. A lo largo de sus años de existencia ha ganado 108 premios Pulitzer, se ha ubicado como referente y ha marcado la agenda noticiosa.

Sin embargo, algunos de los columnistas que el periódico ha añadido a sus filas han sido muy controversiales por sus posturas. Desde apoyar la negación del calentamiento global, hasta columnas que resultan racistas. De acuerdo a lo que el editor James Bennet, dijo en una entrevista para el Huffpost, incluir a autores como Bret Stehpens es parte de un esfuerzo para abrir el rango de puntos de vista que ofrece el Times.

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Recientemente el recién llegado a The New York Times, Bret Stephens, publicó una columna de opinión, Climate of Complete Certainty, donde hablaba sobre el debate del cambio climático. Más que hacer una problematización con argumentos, Stephens manifestó que estar cien por ciento seguro de algo es una locura y que por tanto quienes defienden que el calentamiento global es falso tienen que ser escuchados. El modo en que plantea la cuestión hace parecer que Bret concuerda con quienes sospechan que el calentamiento global es una conspiración.

        Thomas Friedman         y David Brooks han tenido polémicos consejos de políticas financieras para beneficiar a la clase trabajadora. Por otro lado, el conservador Charles Murray que ha sido publicado en el periódico estadounidense ocasionalmente desde 1983, dijo hace muchos años en su columna que no asistiría a la marcha conmemorativa de Martin Luther King Jr. básicamente porque no apoyaba los programas de asistencia social, ya que de acuerdo al autor no funcionan.

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Ross Douthat es también una voz conservadora dentro del New York Times. Sus textos continuamente resultan radicales en cuanto a sus posturas que algunos podrían describir como fascistas. En su columna Is there a case for Le Pen?, por ejemplo, apoya a la candidata a la presidencia francesa y la idea de suspender la inmigración masiva. Además en cierta medida dice que a Francia le convendría separarse de la Unión Europea.

Hace un par de años David Brooks escribió un texto en el que abordaba el tema del salario mínimo y la inequidad de las clases sociales. Según su postura explica que es incorrecto plantear el problema sólo como algo económico y no como algo complejo que involucra la cultura, la educación y las oportunidades de trabajo. Sin embargo, en un punto de su texto dice que el problema no es que los pobres ganen poco dinero. 

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