Los presidentes Donald Trump y Enrique Peña Nieto conversaron una hora por teléfono en medio de la disputa que sostienen sobre el financiamiento de un muro fronterizo.
En un comunicado la Presidencia de México informó que se trato de una conversación constructiva y productiva sobre la relaciono bilateral, en la que abordaron también el tema del déficit comercial de EU con México.
Sobre el muro fronterizo, “ambos presidentes reconocieron sus claras y públicas diferencias, que acordaron resolver con una discusión integral”, por el momento no hablarán públicamente del tema.
Por su parte, Trump dijo que se trato de una “charla amistosa” en la tuvo que ser duro con México y dejar claro que buscan una relación justa, “pero Estados Unidos no puede seguir perdiendo negocios y empresas, por eso renegociaremos”.
“Mexico nos ha ganado las negociaciones muy duramente debido a nuestros líderes pasivos”, pero eso se va a terminar sentenció Trump y continuó: “ya no seguiremos siendo el país que no sabe lo que hace”.
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La conversación ocurrió la misma mañana en que Trump utilizó por segundo día consecutivo su cuenta de Twitter para criticar a México, generando una tensión en la relación bilateral sin precedentes en años recientes.
“México se ha aprovechado de Estados Unidos demasiado tiempo. Déficit comercial gigante y escasa ayuda en la débil frontera debe cambiar AHORA”, tuiteó el jefe de Estado el viernes, un día después de que Peña Nieto cancelara la reunión que tenían prevista para el 31 de enero.
Durante su primera semana en la Casa Blanca, Trump ordenó la construcción inmediata de un muro a lo largo de la frontera con México y analiza imponer un arancel de 20% a las importaciones de ese país para financiar su construcción, que según legisladores republicanos podría tener un costo de 15.000 millones de dólares.
Peña Nieto decidió suspender su visita a la capital estadounidense después de que Trump tuiteara el jueves que “si México no está dispuesto a pagar el muro tan necesario, entonces sería mejor cancelar la próxima reunión”.
Horas más tarde en Filadelfia, Trump subió el tono al advertir que “a menos que México trate a Estados Unidos justamente, con respeto, tal reunión sería inútil y quiero tomar otra ruta. No tengo opción”.
Al culminar una visita de dos días a la capital estadounidense el ministro de Relaciones Exteriores mexicano Luis Videragay respondió la víspera que “México pide respeto y ofrece respeto”.
“Queremos construir acuerdos, pero hay temas que no son parte de una estrategia de negociación y son inaceptables”, agregó el funcionario refiriéndose a la aspiración de Trump de que México asuma el costo de la construcción del muro.
Durante su campaña electoral Trump calificó de “criminales” y “violadores” a los inmigrantes mexicanos y puso en duda la capacidad de un juez federal debido a sus ancestros mexicanos.
Estados Unidos y México comparten una extensa frontera y mantienen una compleja relación bilateral en temas diversos como migración, esfuerzos antinarcóticos y política ambiental.
Con información de AP