El expresidente de Perú, Pedro Castillo, tenía planeado ir a la embajada de México en el distrito de San Isidro luego de su mensaje a la nación. Más precisamente, antes de que el pleno del Congreso se pronunciara sobre su moción de destitución.
Poco después de la una de la tarde salió por la parte trasera del Palacio de Gobierno junto con su exprimer ministro Anibal Torres y su comitiva de resguardo de Seguridad del Estado de la Policía Nacional de Perú (PNP).
Según fuentes citadas por el diario El Comercio, tras su mensaje e intento de cierre inconstitucional del Congreso, el expresidente se comunicó con el comandante general de la Policía, Raúl Alfaro, en busca de respaldo.
No obstante, Alfaro le negó el apoyo bajo el argumento de que él no estaba de acuerdo con lo que Castillo había hecho. Agregó que su postura estaba de parte de la preservación del orden constitucional.
Al mismo tiempo, Alfaro convocó al Alto Mando de la PNP para decidir la postura institucional ante el intento de golpe de Estado que se desarrollaba.
En este sentido, el jefe del Estado Mayor de la PNP, Vicente Álvarez, y el inspector general, Segundo Mejía, se sumaron al rechazo de lo dispuesto por Pedro Castillo. Además, concluyeron que actuó en delito de rebelión al ordenar el cierre del Congreso.
Mi saludo y reconocimiento a los más de 140 mil hombres y mujeres de la @PoliciaPeru, en el 34.° aniversario de creación institucional. Mi gratitud porque entregan su vida a diario para dar la paz, tranquilidad y seguridad que el país requiere. #FelizDíaPNP #SiempreConElPueblo pic.twitter.com/KtbiglACI5
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) December 6, 2022
En consecuencia decidieron que el entonces aún presidente debía ser detenido. Sería una tarea del personal de Seguridad del Estado; es decir, la escolta que estaba con Castillo en ese mismo momento.
Castillo no llegó a la embajada mexicana
Ante la sospecha de que Castillo tenía intención de refugiarse en la embajada de México en Perú, un equipo de la PNP fue a dicha embajada y otro a la Embajada de Cuba para interceptar al presidente.
Ambos equipos tenían la intención de arrestar a Pedro Castillo por el delito de rebelión. Todo indicaba que el expresidente buscaba fugarse con su familia del país.
Mientras tanto, el chofer de Pedro Castillo recibió la órden de detener al “rebelde”. Para sorpresa del exfuncionario, se ejecutó su arresto por el propio personal que lo acompañaba. Fue trasladado a la Prefectura de Lima, sede de la Región Policial de la capital.
Casi al mismo tiempo, el pleno del Congreso aprobó la vacancia de Castillo con 101 votos a favor. Pasaron menos de dos horas desde el anuncio del golpe de Estado hasta que el funcionario fue arrestado por rebelión.