Pedro Castillo, presidente de Perú, lejos de recibir asilo en México tras destitución

A pesar de que el Gobierno de México aseguró que analizaría brindarle asilo político a Pedro Castillo tras su destitución, especialistas aseguran que eso sería imposible por la situación en la que ya se encuentra el dirigente sindical
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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El expresidente de Perú, Pedro Castillo, sigue en espera de una vía que lo rescate de la situación legal en la que se encuentra.

Desde el pasado 7 de diciembre, está bajo custodia de las autoridades peruanas por el presunto delito de rebelión y, alternativamente, conspiración.

Castillo recibió esas acusaciones después de ser destituido como jefe de Estado por una mayoría en el Congreso, órgano al cual el izquierdista buscaba disolver el mismo día en el que se analizaría una tercera vacancia presidencial.

Los congresistas estudiaban si Castillo tenía la suficiente moral política para seguir gobernando luego de ser acusado de presunta corrupción. Con 101 votos a favor, favorecieron su retirada de la silla presidencial.

Minutos antes de ser detenido por la Policía Nacional, el dirigente sindical estaba de camino a la Embajada de México en Perú, donde planeaba pedir asilo.

Pedro Castillo quiso refugiarse en la embajada de México en Perú
El expresidente Pedro Castillo fue arrestado por su propia escolta acusado de rebelión. Foto: TvPe Noticias

Según detalló días después el presidente Andrés Manuel López Obrador, Castillo se había puesto en contacto con él para que lo recibieran en su sede diplomática, a lo cual el tabasqueño accedió.

El día de la detención del exmandatario, el canciller mexicano Marcelo Ebrard difundió una carta del abogado de Castillo, Víctor Gilbert Pérez Liendo, dirigida al presidente López Obrador, en la que le solicitaba asilo para su cliente.

De acuerdo con el secretario de Relaciones Exteriores, el Gobierno mexicano procedería a iniciar consultas ante las autoridades peruanas para recibir a Castillo, pero al cierre de esta edición nada se confirmó.

El único pronunciamiento que ha emitido la administración mexicana fue en conjunto con el Gobierno de Argentina, Colombia y Bolivia, a través del cual respaldaron la figura de Castillo, a quien denominaron “víctima de un antidemocrático hostigamiento” desde su selección como mandatario.

Para el maestro Rubén Ruiz, académico del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, sería imposible que Castillo recibiera asilo del Gobierno mexicano por diferentes situaciones, entre ellas que no se encuentra en territorio mexicano o en la Embajada de México en Lima.

Además, destaca que sería poco probable brindarle ayuda al expresidente, ya que se encuentra detenido con una orden solicitada por la Fiscalía de la Nación, la cual desde octubre pasado acusa al dirigente de presunta corrupción.

“Los peruanos están muy enojados con el presidente mexicano por una serie de comentarios que ha hecho en el tema de la vacancia del expresidente Castillo (…) De hecho, hubo una expresión de parte del Ministerio de Relaciones Exteriores en el que manifiesta su malestar por las palabras impartidas por nuestro presidente”, agrega el especialista.

Fue a través de un comunicado en el que la Cancillería peruana puntualizó que las expresiones de las autoridades mexicanas constituían “una injerencia” en los asuntos internos del Perú, y no resultaban consistentes con los acontecimientos que habían sucedido en días recientes.

A pesar de eso, el Gobierno de Perú remarcó su interés por seguir manteniendo una relación de amistad, cooperación y voluntad de integración con México.

Asilo de Pedro Castillo: Una decisión del Gobierno peruano 

Aunque la postura de la administración mexicana al caso de Pedro Castillo fue criticada por el Gobierno peruano, el presidente López Obrador sólo decidió apegarse a una prerrogativa que ha tenido su nación por años.

“El que haya ofrecido asilo me parece que es parte de una prerrogativa que tiene México de ofrecer asilo a aquellos que esten siendo afectados en su vida politica, social o personal.

“(El presidente) buscó apegarse a lo que internacionalmente es permitido y en esa medida además busca contribuir a una salida de la crisis peruana actual”, explica el doctor Fernándo Neira, investigador del CIALC de la UNAM.

Para él, aun cuando el Gobierno mexicano aplicó su prerrogativa de acoger a quien lo necesita, será decisión de las autoridades peruanas correspondientes si deciden liberar a Castillo o no para que reciba atención de México.

“Mientras tanto, lo que pasa en Perú está lejos de tener una solución inmediata”, añade.

Del mismo modo, el maestro Ruiz destaca que en Perú “están prácticamente rotos” para poder salir de esta crisis, entre otras cosas debido a los pocos intentos de diálogo que existen. 

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