Partido Popular ¿sin esperanza?

El Partido Popular (PP) amaneció ayer con la reseca de la dimisión de la más mediática de sus dirigentes y figura histórica de la derecha española, Esperanza Aguirre. 

Aguirre dejó su cargo debido a la implicación de su exnúmero dos -actualmente en la cárcel- por la supuesta financiación ilegal de la formación.  La exministra afirma que ella no se ha llevado nunca ni un peso de la caja ni tampoco ha formado parte de la red de financiación irregular del PP. 

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“La corrupción nos está matando a todos. La gente no quiere más, la gente quiere gestos y mi gesto es asumir la responsabilidad política”
Esperanza Aguirreexdirigente del PP

El Partido Popular (PP) amaneció ayer con la reseca de la dimisión de la más mediática de sus dirigentes y figura histórica de la derecha española, Esperanza Aguirre. 

Aguirre dejó su cargo debido a la implicación de su exnúmero dos -actualmente en la cárcel- por la supuesta financiación ilegal de la formación.  La exministra afirma que ella no se ha llevado nunca ni un peso de la caja ni tampoco ha formado parte de la red de financiación irregular del PP. 

“La corrupción nos está matando a todos. La gente no quiere más, la gente quiere gestos y mi gesto es asumir la responsabilidad política”, señaló Aguirre el día de su renuncia. 

Entonces si ella asume la responsabilidad por la corrupción del PP madrileño ¿por qué no hace lo propio el presidente del partido?

La decisión de la líder de la región de Madrid supone un mensaje directo a Mariano Rajoy, quien según revelaron medios españoles, envió mensajes de ánimo al exdirigente.

Aunque nadie cuestiona abiertamente a Rajoy, la dimisión de Aguirre reaviva el debate sobre su propia marcha, con la que el partido podría dar una imagen de regeneración y cerrar una etapa marcada por la corrupción.

Y es que la imagen del otrora poderoso PP, que apenas hace dos meses ganó las elecciones, está cada vez más dañada.

Las elecciones del pasado 20 de diciembre dieron como ganador al PP con 123 diputados, seguido por el socialista PSOE con 90 y en una Cámara formada por 350 escaños y una mayoría fijada en 176, los 123 escaños del PP podrían haber bastado para atraer a otras fuerzas y permitir la reelección de Rajoy.

Sin embargo, los numerosos casos de corrupción que salpican al partido hacen que nadie quiera establecer alianzas.

Más escándalos

Junto con el caso de corrupción de Madrid, la región de Valencia destapó hace un par de semanas un caso de blanqueo en el corazón del PP de la ciudad de Valencia, en el que 80 personas están investigadas.

Estos días se celebra también el juicio por el supuesto desvío de fondos públicos de la región de Baleares durante el gobierno del PP, en el que está imputado el expresidente de la región -en la cárcel por otros casos de corrupción- y el cuñado y la hermana menor del rey Felipe VI.

Pero sin duda, la operación que más directamente afecta al partido es el Caso Bárcenas, en el que el propio partido está investigado por el supuesto borrado de los ordenadores de su extesorero, Luis Bárcenas, que supuestamente contenía información sensible sobre una contabilidad opaca del PP.

Aguirre le muestra el camino a Rajoy

Aunque para los expertos la dimisión de Esperanza Aguirre es un “mensajito” para Mariano Rajoy, parece que el presidente no ha sabido leer el aviso. 

Al menos eso ha hecho saber a su círculo más cercano, que no va a dar un paso atrás, de acuerdo con una nota de El Mundo. 

En una comida posterior al último Consejo de Ministros, el presidente hizo saber que él no sólo está dispuesto a subir a la tribuna si Sánchez no logra ganar la investidura, sino incluso a ser el candidato en los nuevos comicios si el PP no consigue suficientes apoyos como para gobernar, refirió el diario español.

En contraparte, ayer la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, dijo que la dimisión de la presidenta del Partido Popular de Madrid “no es extrapolable” a Rajoy.

Un alto dirigente del partido, Javier Maroto, reconoció hace unos días que el partido ha tolerado conductas absolutamente intolerables e inadmisibles.

“Hasta aquí hemos llegado, caiga quien caiga”, agregó. 

Otra dirigente de la ejecutiva del partido, Anrea Levy, aseguró recientemente que espera que los comportamientos descubiertos en sus partidos constituyen un “bochorno” y espera y desea que se depuren todas las responsabilidades políticas y orgánicas que puedan afectar al PP.

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