El peor escenario llegó. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al brote de coronavirus (Covid-19) como pandemia mundial y junto con ella lanzó una segunda alerta, hay escasez de equipos de protección en todo el mundo.
Actualmente el panorama es alarmante: países y ciudades enteras se encuentran en aislamiento, se han registrado más de 125 mil casos confirmados de portadores del virus y más de 4 mil 600 decesos. Italia, el país más golpeado después de China, informó que casi 200 personas murieron en un día.
“Estamos preocupados por los niveles alarmantes de propagación y por los de inacción. La palabra ‘pandemia’ no se puede usar a la ligera, es una palabra que, mal usada, puede causar miedo irracional, o la aceptación injustificada de que la lucha se ha acabado, lo que llevará a un sufrimiento innecesario y a la muerte”, declaró el director de la OMS, Tedros Ghebreyesus.
En las dos últimas semanas, el número de casos de Covid-19 fuera de China se multiplicaron por 13, y el número de países afectados se triplicó, por lo que la OMS pidió adoptar medidas urgentes.
No podemos decir esto lo bastante alto, ni lo bastante claro, ni lo bastante a menudo: todos los países están a tiempo de cambiar el curso de esta pandemia
“Si los países se dedican a detectar, realizar pruebas, tratar, aislar y rastrear, y movilizan a su población en la respuesta, aquellos que tienen unos pocos casos pueden evitar que esos casos se conviertan en grupos de casos, y que esos grupos den paso a la transmisión comunitaria”, alertó.
La organización también advirtió que la creciente interrupción del suministro mundial de equipos de protección personal –ocasionada por el aumento de la demanda y el acaparamiento– está poniendo vidas en peligro.
“Los trabajadores de la atención sanitaria dependen del equipo de protección personal para protegerse a sí mismos y a sus pacientes y evitar infectarse o infectar a otras personas.
“Sin cadenas de suministro seguras, el riesgo para los trabajadores sanitarios en todo el mundo es real. La industria y los gobiernos deben actuar con rapidez para estimular el suministro, reducir las restricciones a la exportación y poner en marcha medidas con las que detener la especulación y el acaparamiento. No podemos detener la Covid-19 sin proteger primero a los trabajadores sanitarios”, informó la OMS.
Según los modelos realizados por la órgano, se calcula que se necesitan 89 millones de mascarillas médicas al mes para responder a la pandemia. En el caso de los guantes, esa cifra asciende a 76 millones, mientras que la demanda internacional de gafas de seguridad se sitúa en 1.6 millones al mes.
“Para satisfacer la creciente demanda mundial, la OMS calcula que la industria debería aumentar la producción en un 40 por ciento. Para ello los gobiernos deberían ofrecer incentivos. Por ejemplo, reduciendo las restricciones a la exportación y distribución de equipos de protección personal y otros suministros médicos”, concluyó la OMS.
