José Raúl Mulino, presidente electo de Panamá, anunció este viernes que espera firmar un convenio con Estados Unidos con el objetivo de que la nación norteamericana ayude con la repatriación de los migrantes que cruzan el Tapón del Darién en busca de llegar a territorio estadounidense.
Durante una visita por esa provincia selvática fronteriza con Colombia, Mulino aseguró que abordará este asunto con personal diplomático de Estados Unidos que participará en su toma de posesión el próximo lunes y que liderará el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Decenas de migrantes podrían regresar a sus países
Según Mulino, el acuerdo implicaría que los migrantes que arriben a Panamá, en su mayoría venezolanos, ecuatorianos, colombianos y chinos, sean devueltos en avión a sus respectivos países.
“Espero suscribir un convenio con Estados Unidos, respetuoso y digno, para que entre los dos países comencemos los procesos de repatriación de toda esta gente que está aquí acumulada”, precisó Mulino.
El mandatario electo visitó el campamento de recepción temporal de Lajas Blancas, donde había hasta el pasado jueves alrededor de mil migrantes que esperaban tomar autobuses para seguir a Costa Rica. No aclaró el contenido del acuerdo, pero afirmó que el lunes dará más detalles.
Mulino quiere cerrar el paso por el Tapón del Darién
Mulino, quien tomará las riendas del país centroamericano por los próximos cinco años a partir del 1 de julio, prometió en su campaña que cerraría ese corredor selvático en la frontera con Colombia por donde cruzaron más de medio millón de migrantes durante 2023 y más de 186 mil lo han hecho en lo que va de 2024.
El plan implicaría cerrar puntos en la selva que utilizan los migrantes, con vigilancia de cientos de policías fronterizos, según Mulino.
“He visto crisis en el Darién de otra dimensión, pero esta se saltó la barda; me quebró el alma ver a niños de la edad de mis nietos pidiéndome una botella de agua… madres y otras embarazadas. Creo que no hay ninguna razón y nadie nos puede pedir a Panamá que toleremos esto”, subrayó el futuro mandatario.
El líder de 65 años, quien fue ministro de Seguridad en el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014), fue acompañado al Darién por varios miembros de su equipo ministerial designado.
Migrantes toman la ruta por falta de oportunidades
En la víspera de su visita, los migrantes que estaban en Lajas Blancas seguían contando las dificultades económicas y de seguridad en sus respectivos países que los empujaron a emigrar por una ruta mortal. Varios también veían bien los planes del nuevo gobernante panameño de cerrar la migración por allí.
“Con ese gobierno que tenemos allá (en Venezuela) nunca tenemos vida”, dijo a The Associated Press, Jorbys Ocampo, un treintañero que dejó a su familia y a su hija de ocho años en la ciudad de Maracaibo.
“Mi hija nació con un problema del corazón y no hay insumos, no hay dinero, no alcanza para nada
“Sería bueno que le den más vías legales para migrar a la gente y no hacer esa travesía terrible. Aunque si cierran, por un lado, abren por otro”, advirtió Ocampo.
Camino lleno de peligros
Por otro lado, otro venezolano, Pedro Monte, relató que fue horrible el cruce porque primero cuando llegué acá, después de haber pasado todo lo más horrible, murió mi esposa, ya que tenía un problema intestinal.
“Él (Mulino) tendría que hacerlo, cerrar, porque eso es lo más peligroso que puede haber, hay muchos ladrones, eso es lo más horrible; hay muertos, da lástima que se pierdan personas allí”, expresó Monte.
Respecto de los planes de repatriación de Mulino, los expertos consideran que sería una tarea difícil y que sólo lograría deportar a un porcentaje mínimo cada día, además de lo costosa que sería la operación.
Del lado colombiano, donde inicia la travesía por la selva, los riesgos para los migrantes incluyen la trata de personas y la violencia sexual, especialmente para los que tienen que pasar varios días en pueblos del Caribe colombiano porque sus recursos son limitados y están “desesperados por encontrar dinero para pagar las exorbitantes tarifas”, advirtió un informe de las Naciones Unidas sobre la trata de personas.
Las redes delictivas que operan en la zona también han afectado a los niños y jóvenes de comunidades afrodescendientes e indígenas colombianas en las zonas fronterizas. “Son captados con fines de delincuencia forzada, reclutamiento y utilización, en particular como guías y porteadores a través del Tapón del Darién”, puntualizó el informe.
Con información de AP