Dos décadas después de que el huracán Andrew golpease sin aviso y la dejase en ruinas, Homestead es hoy una pujante comunidad dos veces más grande que la de entonces, en buena medida gracias al impresionante influjo de hispanos.
Hacia 1990, Homestead tenía una población de 26 mil personas. Pese a que 9 mil personas escaparon después de Andrew, en el 2010 la población de la ciudad era de 60 mil 500 personas.
Y el 62.9 por ciento- unas 38 mil personas- se identificó como hispana, comparado con el 35.2 por ciento previo a la llegada de Andrew.
AP