Una de las mayores ciudades del este del Congo, Goma, fue tomada por una poderosa fuerza rebelde el pasado martes 20 de noviembre en una guerra que podría redefinir el mapa de la región.
Sin embargo, no ha habido mucha acción política por parte de las Naciones Unidas, Estados Unidos o las potencias internacionales, que apoyan firmemente a gobiernos vecinos –en particular a Ruanda, uno de los favoritos de Occidente y beneficiario de la ayuda– que respaldan la violencia, según la ONU.
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