El número de padres arrestados con niños que intentaron cruzar la frontera de México y Estados Unidos disminuyó 93 por ciento, reportó el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) estadounidense.
Lo anterior luego de que en marzo de este año, el gobierno del presidente Donald Trump anunció que el DHS separaría a los menores de sus padres si eran detenidos en la frontera y los hijos serían enviados a una custodia preventiva con el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
La política migratoria de Trump ha insistido que el ingreso de migrantes al país desaparezca y de manera enfática también consideró disipar a estas personas con cargos aún mayores.
En ese sentido, se consideró que los padres serían enjuiciados por tráfico de menores toda vez que intentaran cruzar la frontera con sus hijos a través de un contrabandista o “pollero” como se les suele decir en México a quienes pasan de manera ilegal personas a Estados Unidos.
Pero la estrategia prevista por Trump logró solo sembrar miedo en los padres para que éstos no intentaran buscar una vida mejor junto con sus hijos quienes en lugar de ello hubieran sido separados de ellos.
Un informe del sitio Slate señala que estas medidas son contrarias a lo que estaba permitido anteriormente en este país pues personas con esta situación solicitaban asilo para vivir de forma libre en Estados Unidos hasta que llegara el momento de sus audiciones en lugar de ser enviados a centros de detención.
Al respecto, Trump instruyó a los oficiales que “se mostraran más escépticos respecto de los solicitantes de asilo” al grado de generarles un “miedo creíble” para que mejor regresaran a su país.
“En 2016, los funcionarios de asilo encontraron alrededor de ocho de cada 10 casos de temor creíble y validez y movieron a esos solicitantes en el proceso de solicitud de asilo”, indica el texto.
