Han pasado casi 16 años de la desaparición de la pequeña Madeleine McCann en Portugal y sus padres, los británicos Kate y Gerry McCann, han dado detalles sobre lo que pudo haber ocurrido con su hija aquel fatídico 3 de mayo de 2007.
La pareja tiene la seguridad de que su hija continúa con vida y no es ninguna de las múltiples chicas que se han hecho pasar o creían ser ella, tal y como fue el caso más reciente de Julia Faustyna; quien resultó negativa a las pruebas de ADN.
Kate McCann tiene claro que pudo haber sido un inocente error de ellos el que propició que su hija, entonces de tres años, desapareciera sin dejar rastro alguno y cuyo caso sigue siendo un completo misterio.
¿Qué sabemos de la desaparición de Madeleine McCann?
Hay que recordar que el matrimonio McCann se hospedaba en un hotel de Portugal y al momento de la cena dejaba a sus tres hijos menores dentro de la habitación, la cual quedaba muy cerca del restaurante del propio hotel.
De esta manera, la pareja se tomaba un tiempo para cenar y cada 20 o 30 minutos iban a la habitación para corroborar que los pequeños se encontraban bien, pero a las 10:00 de la noche, la madre notó que Madeleine ya no estaba en la habitación 5A; fue entonces que comenzó su pesadilla.
🔴 ¿Cómo desapareció Madeleine McCann? Los padres apunta a que los secuestradores sabían que los pequeños estaban solos en el apartamento https://t.co/K23GSX4Mmf
— Antena 3 Noticias (@A3Noticias) April 12, 2023
El error que podría haber facilitado la desaparición
De acuerdo con el New York Post, Kate ha llegado a la conclusión de que el libro de reservas del hotel es la clave para entender la desaparición de su hija, pues en una acción inocente dieron la pista al secuestrador.
Al momento de registrarse, la pareja señaló que la mesa del restaurante debería de estar lo más cerca posible de su habitación, pues los pequeños se quedarían solos y ellos querían poder verlos de manera continua.
La recepcionista puso esta información en el libro para explicar la razón por la que estaba rompiendo un poco las reglas, ya que la reserva de mesas en el lugar no funcionaba de esa manera.
“Para mi horror, vi que, sin duda, con toda inocencia y simplemente para explicar por qué estaba rompiendo un poco las reglas, la recepcionista había agregado el motivo de nuestra solicitud: queríamos comer cerca de nuestros apartamentos mientras dejábamos a nuestros niños pequeños solos allí y los revisábamos de forma intermitente. Ahora lo lamentamos amargamente y lo haremos hasta el final de nuestros días”, señaló la madre de la niña.
Así, cualquier persona que haya tenido acceso al libro de reservas sabría que Madeleine y sus hermanos se encontrarían solos en la habitación mientras sus padres cenaban en el restaurante.
Tuvieron que pasar algunos años para que los McCann cayeran en cuenta que probablemente habían facilitado todo el trabajo al secuestrador, pues habían solicitado en el restaurante todos los días la misma mesa y realizaban la misma rutina de vigilancia.
¿Quién es el principal sospechoso?
Aunque el caso fue cerrado en Portugal en 2008 por falta de pruebas, la investigación continúa y se considera a Christian Brueckner como el principal sospechoso del caso Madeleine.
El hombre de 45 años, en ese entonces de 29, vivía cerca de donde los McCann pasaban sus vacaciones en Portugal; además de tener un largo historial de acusaciones de acusaciones de violación y pedofilia.
Esta persona ya ha sido detenida, pero no por el caso McCann, sino por la violación de tres mujeres. En 2020, fue condenado a siete años de prisión y también enfrenta procesos penales por casos de abuso infantil cometidos entre 2000 y 2017.
Al sujeto también le localizaron prendas íntimas de niñas y más de 8 mil imágenes de abusos sexuales a menores, por lo que la sentencia en su contra podría aumentar durante los próximos años.
Christian Brueckner ha negado haber participado en la desaparición de Madeleine McCann, pero se sabe que la noche de la desaparición rondó la calles cercanas al hotel, además que realizó una llamada poco antes de la desaparición.
El investigador del caso, Hans Christian Wolters, ha admitido no contar con los elementos suficientes para proceder en contra del alemán, pero espera que en los próximos meses tenga las piezas necesarias para hacerlo.