La tensión por la brutalidad policial hacia la comunidad afroamericana en Estados Unidos subió de nivel el fin de semana.
Dos días después de que la justicia decidió no presentar cargos en contra del expolicía blanco Darren Wilson por la muerte de Michael Brown en Ferguson, otro joven negro murió a manos de un agente en Wisconsin.
Tony Robinson, de 19 años, murió el viernes pasado tras ser baleado en su departamento en una confrontación con el policía de Madison Matt Kenny, quien respondió a un llamado de auxilio y entró a la fuerza tras escuchar alboroto, dijeron autoridades y vecinos.
El fin de semana, decenas de indignados salieron a la calle en forma pacífica para protestar por su muerte y denunciar que “las vidas de los negros importan”.
El jefe de la policía local, Mike Koval, dijo entender la furia de los manifestantes, a quienes aseguró que la fuerza del orden defendería sus derechos.
“Estaba desarmado. Eso va a complicar todo para los investigadores y para que el público lo acepte”, dijo el sábado Koval en referencia a Robinson. La policía indicó que Kenny no portaba cámara de video para registrar los hechos.