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Los indocumentados no encuentran alivio y el tema migratorio aún no abandona las campañas políticas de Estados Unidos (EU).
Este martes, la Corte de Apelaciones del Quinto Distrito falló a favor de 24 gobernadores republicanos que habían presentado una demanda en contra del decreto migratorio del presidente Barack Obama.
Aunque el fallo no es definitivo, congela el programa de Obama, quien en noviembre había anunciado acciones ejecutivas que protegerían hasta cinco millones de indocumentados y les otorgaría permisos especiales a algunos.
Analistas temen que el caso deba llevarse ahora a la Suprema Corte de Justicia, lo que podría demorar meses y dejar en el limbo a los migrantes sin papeles.
La primera medida del mandatario, que habría iniciado el 18 de febrero, pretendía expandir el programa de los “dreamers”, jóvenes indocumentados que llegaron a EU cuando eran niños.
La otra orden, que habría comenzado el 19 de mayo, extendería la protección a los padres indocumentados de hijos ciudadanos o residentes.
Una portavoz de la Casa Blanca argumentó que los jueces habían malinterpretado la orden del presidente y habían tomado la decisión incorrecta.
“Las acciones ejecutivas de Obama son completamente consistentes con la ley. Las acciones del presidente están alineadas con los límites de su autoridad y son lo correcto para este país”, indicó la vocera Katherine Vargas a los medios.
Activistas a favor de los derechos de los migrantes denunciaron que las acciones de los jueces están motivadas por los fines políticos de los republicanos que buscan recuperar la Casa Blanca en el 2016.
“Este es un ataque políticamente motivado y las consecuencias para nuestras comunidades son devastadoras. Todos estaban en schock ante esta decisión”, dijo a The Guardian Marielena Hincapie, directora del Centro Nacional de Ley Migratoria.
El poder latino
La decisión de la corte coloca la migración como uno de los temas centrales de las elecciones presidenciales del 2016.
Republicanos y demócratas saben que los hispanos son clave, pues en las elecciones del 2012, Obama ganó la reelección al obtener 71 por ciento del voto latino.
Algunos analistas calculan que si un republicano desea ganar, debe obtener al menos 40 por ciento del sufragio de los hispanos.
Esto les resulta complicado porque la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, favorita para ser la candidata demócrata a la Presidencia, ha manifestado su apoyo completo a una reforma migratoria que conduzca a la ciudadanía de los indocumentados.
Además, ha prometido preservar y extender las acciones ejecutivas de Obama, lo que ha puesto en aprietos a los presidenciables republicanos.
“No se equivoquen, hoy ningún candidato republicano, anunciado o potencial, clara y consistentemente apoya un camino a la ciudadanía, ni uno”, afirmó Clinton en mayo, durante un evento con “dreamers” en Nevada.
“Cuando hablan del estatus legal, es código para estatus de segunda clase.”
Con esto, la ex primera dama criticó a los favoritos republicanos para ser candidatos: el exgobernador de Florida, Jeb Bush, y el senador Marco Rubio, quienes han manifestado su apoyo a que migrantes adquieran la residencia, con limitantes.
“Hillary Clinton toma la delantera en inmigración”, publicó The New York Times en un editorial.