ONU estima más de 670 muertes por avalancha en Papúa Nueva Guinea
La cifra de muertes podría ser incluso mayor; la naturaleza del siniestro dificulta llevar a cabo un conteo preciso de víctimas
José Andrés VelázquezUna agencia de Naciones Unidas estima que más de 670 personas murieron en la avalancha de tierra que sepultó una aldea remota al norte de Papúa Nueva Guinea la madrugada del viernes. Hasta el momento, solo se han recuperado cinco cuerpos.
El responsable de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Papúa Nueva Guinea, Serhan Aktoprak, declaró a la televisión estatal australiana ABC que “más de 150 casas quedaron enterradas por una capa de rocas y tierra de entre seis y ocho metros de profundidad y temen que más de 670 personas hayan perdido la vida“.
Sin embargo, la delegación de Naciones Unidas en Papúa Nueva Guinea aclaró este domingo a EFE por correo electrónico que el número de muertos confirmados hasta el momento por el equipo de respuestas de emergencia es de cinco, aquellos cuyos cadáveres han sido recuperados en la aldea de Kaokalam, a 600 kilómetros de la capital del país, Port Moresby.
“El equipo nos ha informado de que es difícil confirmar el número real (de fallecidos) mientras continúan los esfuerzos de búsqueda y rescate”, afirmó Kesang Phuntsho, responsable de la oficina de Naciones Unidas en Papúa Nueva Guinea.
Además de los cinco cadáveres recuperados, la delegación de la ONU indicó en un informe este domingo que hay un número indeterminado de heridos, “incluidos 20 mujeres y niños”, agregaron
El comunicado oficial de la ONU también es más cauto respecto al número de casas sepultadas por el alud, que por el momento cifra entre 50 y 60, además de una escuela, una iglesia, huertos y vehículos.
El área afectada permanece en riesgo
El informe de Naciones Unidas señala que la zona del desastre sigue siendo peligrosa por el riesgo de nuevas avalanchas, por lo que trabajan en la evacuación de los supervivientes, unos 1.250, según Aktoprak. “Mis compañeros tuvieron que escapar del lugar por el creciente peligro, ya que siguen cayendo rocas sin parar y la tierra continúa deslizándose“, relató el responsable de la OIM en el país, quien añadió que la presión sobre las casas de la zona es tal que la evacuación es necesaria.
Alrededor de cuatro mil personas viven oficialmente en la zona donde ocurrió el alud, aunque las autoridades estiman que el número de personas afectadas es mayor, ya que el pueblo es un refugio para lugareños que huyen de conflictos y enfrentamientos tribales en aldeas cercanas.
Buena parte de la aldea de Kaokalam quedó enterrada por una capa de entre seis y ocho metros de rocas y tierra, y la avalancha afectó una zona de más de 200 kilómetros cuadrados, incluidos unos 150 kilómetros de la principal carretera de la provincia, lo que dificulta las labores de rescate y de ayuda a los supervivientes.
Otros tramos de acceso a la aldea están cortados por desprendimientos de tierra anteriores, por lo que solo es posible acceder en helicóptero o en vehículos todoterreno.
Imágenes desde el lugar de la catástrofe compartidas en redes sociales muestran una vasta área de rocas y tierra arrancada de una colina, así como a vecinos recogiendo sus enseres y explorando la zona enterrada en busca de supervivientes.
Con información de EFE.