Friedrich Merz, candidato por el CDU, encabeza las encuestas para ser el próximo canciller de Alemania. 
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Olaf Scholz y su poca posibilidad de permanecer en el poder de Alemania

El canciller alemán es el candidato por el SPD para las elecciones del 23 de febrero; sin embargo, dentro de la competencia está Friedrich Merz, favorito en las encuestas

Olaf Scholz, canciller de Alemania, tiene escasas oportunidades de permanecer en el poder de su país por cuatro años más pese a su recién candidatura por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD). 

Será el próximo domingo 23 de febrero cuando se celebrarán las elecciones en Alemania, luego de recibir las órdenes del propio canciller de preparar unos comicios adelantados. 

De acuerdo con ocho empresas encuestadoras, es el partido Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU) el que encabeza las proyecciones de una victoria electoral. El grupo político del canciller Scholz se se ubica en segundo o tercer lugar. 

YouGov, por ejemplo, publicó ayer que mientras el CDU alcanzó 30 por ciento en las proyecciones electorales, el SPD apenas 18 por ciento. 

Asimismo, el medio local SWR Aktuell expuso que mientras el candidato a canciller por el partido CDU, Friedrich Merz, alcanza una aceptación de 38 por ciento, Scholz se posiciona en último lugar con 21 por ciento. 

Ante el panorama poco favorecedor para Scholz, la maestra Marta Ochman, investigadora de Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey, coincide en que las probabilidades para que el actual canciller siga en el poder son nulas, y en caso de que ocurriera “tendría que pasar algún milagro que no va a suceder”. 

La investigadora explica que la baja popularidad hacia Scholz se dio por la crisis social que existe en Alemania ante la falta de optimismo, confianza y tranquilidad hacia el futuro. 

“Aunque la crisis no se puede dirigir específicamente al actual gobierno, porque mucho se gestó durante el gobierno de Angela Merkel, la situación internacional por la guerra en Ucrania y las tensiones con China, para muchos electores la percepción es que para salir de esa crisis hay que cambiar de fuerza política”, puntualiza. 

Temas como la presión migratoria y la protección de actos de terrorismo islamista representan otro de los intereses de los alemanes que Scholz ya no puede solucionar según la perspectiva social. 

A través de una encuesta publicada por el medio local SWR Aktuell, se detalla que entre los temas que más interesan a los electores está la economía (31 por ciento), la inmigración (28 por ciento) y la política exterior (18 por ciento). La protección del medio ambiente y aspectos sociales quedan en último lugar (12 por ciento).

¿A qué se debe la popularidad de los cristianodemócratas?

Si bien la crisis alemana llevó a Scholz a ser un canciller de baja popularidad, las propuestas de los cristianodemócratas redujeron aún más las posibilidades para que el actual mandatario siga en el poder. 

“Una forma inteligente (de popularizarse) fue publicando un documento sobre el replanteamiento que tienen sobre la reconstrucción de Alemania. Aunque no hay muchos planes concretos, los cristianodemócratas demuestran que están mucho más preparados, que tienen un proyecto nuevo para marcar una nueva época. 

“Ellos buscan reactivar el estatus de potencia económica de Alemania, y para eso van a apoyar a las empresas, apoyar a los agricultores después de sus propuestas en toda Europa, a los pequeños empresarios y también a las grandes empresas como Volkswagen que había hecho advertencias de cerrar”, detalla la investigador del Tecnológico de Monterrey. 

Aunque los socialdemócratas de Scholz podrían crear coalición con los cristianodemócratas después de las elecciones anticipadas, dado que la política alemana exige un gobierno en grupo, las políticas que se priorizarán serán las del nuevo mandatario, Friedrich Merz.

Friedrich Merz, ¿quién es el posible futuro canciller?

A diferencia de Scholz, es Merz quien ha ganado gran parte de la aceptación nacional de cara a las elecciones adelantadas pese a su perfil de derecha y conservador. 

Merz es un político de 69 años con un historial empresarial que puede resultar benéfico para el pueblo alemán al ofrecer volver a poner en marcha el potencial económico del país tras años de estancamiento. 

El posible futuro canciller elevó su riqueza trabajando como abogado. Antes de adentrarse a  la política, fue presidente del consejo de supervisión de la filial alemana de BlackRock, la empresa de inversiones estadounidense. 

Merz creció en el lado libre de la Alemania partida de la Guerra Fría bajo el cobijo de una familia católica. Su padre era juez y su madre, hija de un alcalde en la provincia de Brilon. 

Se afilió a la CDU a los 17 años y siguió los pasos de su padre estudiando derecho. Durante su niñez pasó seis meses en una clínica de monjas para tratar la tuberculosis, una etapa que hoy describe como “nada agradable”.

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