Olaf Scholz actúa por la paz con su visita a Ucrania y Rusia, países en tensión

Con su vista a Ucrania y Rusia, el canciller de Alemania buscó disminuir las tensiones entre ambos países, a lo que el Kremlin respondió con la retirada de sus tropas en la frontera suroeste, algo que debe aprovecharse con mayor comunicación entre los Estados involucrados para resolver el conflicto
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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A sólo dos meses y medio de haber sido nombrado canciller de Alemania, Olaf Scholz realizó dos viajes esenciales: visitó Ucrania y Rusia, los Estados que actualmente se han robado la atención de la comunidad internacional de Occidente.

En el marco de una presunta invasión de las fuerzas armadas de Moscú a Kiev, el político alemán se reunió con sus socios Volodímir Zelenski y Vladimir Putin, con el único propósito de disminuir las tensiones, demostrando a su vez un apoyo total a la seguridad ucraniana.

Bajo esa línea, le hizo ver al mandatario ruso su preocupación al saber que 100 mil soldados estuvieran en la frontera con Ucrania sin razón aparente para ello, por lo que pidió una urgente desescalada, pues “es muy importante no iniciar una guerra”.

“Ahora se trata de trabajar con determinación y valentía por una solución pacífica a esta crisis. Escuchamos que se están retirando algunas unidades (rusas), y eso es una buena señal. Esperemos que esa tendencia continúe”, declaró Scholz en una rueda de prensa junto a Vladimir Putin.

Además, aseguró que tanto para los alemanes como para todos los europeos en general, era bastante claro construir una seguridad sostenible con Rusia y no contra ese país, reafirmando la unión que su nación tiene con Moscú en temas históricos, comerciales en materia energética, de inversión y de cultura.

“Le dejé claro al presidente Putin que para nosotros, en Alemania y Europa, la seguridad sostenible sólo se puede lograr con Rusia, no contra ella. Ahora, se requiere una acción valiente de todos. Es nuestro maldito deber defender la paz”, compartió el socialdemócrata.

Para la doctora Marta Ochman, especialista en temas europeos e investigadora del Tecnológico de Monterrey, la visita de Scholz a Kiev y Moscú, además de que fue un buen ejercicio para el canciller, era necesario que Alemania actuara ante este escenario, ya que era visto como “tímido o tibio” en lo que son las medidas contra Rusia.

Estas observaciones se comenzaron a dar principalmente por la prohibición que Alemania tiene en su Constitución para negar armas a cualquier país que se encuentre en conflicto, como lo es ahora Ucrania, quien por otro lado sí ha recibido armamento de otros países, como Reino Unido y los Estados Unidos.

“Además, para el gobierno alemán actual era complicado actuar por otras razones, como el que los socialdemócratas y los verdes siempre ha sido partidarios de actos pacifistas (…) Pero finalmente, las visitas eran necesarias y resultaron simbólicas al apoyar la soberanía ucraniana y reconocer los movimientos hostiles de Rusia”, agrega la doctora.

Y aunque Alemania dejó en claro su interés por defender la seguridad de Ucrania al acudir primero a este territorio, su acercamiento con Rusia también alentó a que el Kremlin bajara la tensión con el retiro en su frontera de algunos miembros de sus fuerzas armadas.

“La disminución de militares habría que interpretarlo como un gesto por parte de Rusia para bajar la tensión y a su vez darle la bienvenida a Scholz para gestionar posibles salidas diplomáticas (…) Aquí hay que reconocer al canciller alemán como ese interlocutor entre Occidente y Rusia para buscar una solución mediada por el diálogo”, dice el doctor Cutberto Hernández Legorreta, profesor de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán.

Comunicación, la mejor solución

Luego de visitar Ucrania y demostrarle su apoyo al presidente Volodímir Zelenski, el canciller alemán coincidió con el mandatario ruso en que una solución al conflicto en la región era la comunicación entre naciones y grupos internacionales.

De ese modo, estuvieron de acuerdo en que el formato de Normandía (compuesto por Ucrania, Rusia, Francia y Alemania), junto a las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia, y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), era crítico para resolver este desafío.

A su vez, el jefe de Estado ruso agregó que el Proceso de Minsk, el cual impulsó el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, era otro requisito previo para reanudar las negociaciones con Ucrania.

Sin embargo, respecto a este acuerdo firmado en 2014, el presidente Putin ha criticado las acciones de Kiev al supuestamente no respetar algunos de sus principales lineamientos, como el asegurar un alto al fuego de manera bilateral y garantizar la realización de elecciones locales anticipadas; algo a lo que ya se comprometió Zelenski con la visita de Scholz.

En ese sentido, se espera que sea a corto plazo que las conversaciones entre los países se vayan apresurando siempre y cuando exista la disposición de los Estados involucrados, principalmente tras la presencia del canciller alemán a Ucrania y Rusia para poner en pausa la tensión.

“Creo que por ahora lo único que quedan son las negociaciones, y el que las conversaciones prosigan es una muy buena señal, algo que tranquiliza a los actores occidentales y mundiales en el sentido de que Rusia no está preparando una ofensiva inmediata como varios lo han señalado”, dice finalmente la doctora Ochman.

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