La Asamblea General de Organización de los Estados Americanos (OEA) acordó iniciar el proceso de suspensión de Venezuela, asegurando que las elecciones del 20 de mayo pasado carecen de legitimidad por no cumplir con los estándares internacionales.
“(…) el proceso electoral desarrollado en Venezuela, que concluyó el 20 de mayo de 2018, carece de legitimad por no cumplir con los estándares internacionales, por no haber contado con la participación de todos los actores políticos venezolanos y haberse desarrollado sin las garantías necesarias para un proceso libre, justo, transparente y democrático”, se sentenció la OEA a través de un comunicado.
Ello, tras aclararse en el escrito que las iniciativas ofrecidas por el Consejo Permanente y emprendidas por varios Estados Miembros, fueron rechazadas por el Gobierno venezolano.
Se señaló que sólo a través de un diálogo con la participación de todos los actores políticos, e interesados venezolanos, se podrá alcanzar la reconciliación nacional y acordar la condiciones indispensables para celebrar un nuevo proceso electoral “que refleje realmente la voluntad de los ciudadanos venezolanos y resuelva de manera pacífica la actual crisis en ese país”.
Por su parte el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, calificó la resolución Pence de un fraude y acusó de que los países involucrados buscan una intervención militar en Venezuela.
Durante el Cuadragésimo Periodo Ordinario de Sesiones, celebrada se acordó urgir a Venezuela para que permita el ingreso de ayuda humanitaria, así como a implementar medidas de vigilancia epidemiológica en el país.