Hace aproximadamente 100 días, una coalición encabezada por Arabia Saudita comenzó a bombardear a grupos rebeldes en Yemen; sin embargo, alrededor de la mitad de las tres mil víctimas fatales han sido civiles, reporta la ONU.
Según informó Reuters, solo el 6 de julio, uno de los días más violentos de la ofensiva, casi 200 yemeníes perecieron a causa de los ataques saudíes. Muchos de ellos murieron cuando las bombas alcanzaron mercados y otras zonas civiles.
Al menos un millón de yemeníes han sido desplazados de sus hogares desde que comenzó la ofensiva saudí el pasado 26 de marzo. 21 millones, es decir, el 80 por ciento de la población en el país más pobre de Medio Oriente, necesitan ayuda humanitaria.
Crímenes de guerra
Mientras tanto, Estados Unidos y otras naciones occidentales han provisto a Arabia Saudita de armas a pesar de que estas están siendo utilizadas para cometer lo que varias organizaciones internacionales y la ONU consideran potenciales crímenes de guerra.
Human Rights Watch, Amnistía Internacional y Oxfam han acusado a Arabia Saudita de no respetar las leyes de la guerra al bombardear hospitales, escuelas y barrios residenciales. Además, el reino islámico ha bloqueado los puertos de entrada a Yemen, por lo que la comida y otros accesorios básicos escasean.
Estas organizaciones, así como la ONU, han llamado a los países de occidente a detener su apoyo a la ofensiva militar que ha puesto a Yemen al borde de la catástrofe.
Hasta ahora, sin embargo, esos reclamos han llegado a oídos sordos. Y mientras, los cuerpos de inocentes continuarán acumulándose.