Obama irá a Hiroshima

En un momento que lleva gestionándose siete décadas, el presidente Barack Obama será el primer mandatario estadounidense en funciones que visite Hiroshima, donde Estados Unidos lanzó una bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, diezmando toda una ciudad e incorporando al mundo a la Era Atómica. Obama no pedirá una disculpa, aclaró la Casa Blanca.

La visita de Obama “pondrá en relieve su continuo compromiso de buscar la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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Barack Obama parece estar aprovechando los últimos momentos de su mandato para realizar actos sin precedentes 

En un momento que lleva gestionándose siete décadas, el presidente Barack Obama será el primer mandatario estadounidense en funciones que visite Hiroshima, donde Estados Unidos lanzó una bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, diezmando toda una ciudad e incorporando al mundo a la Era Atómica. Obama no pedirá una disculpa, aclaró la Casa Blanca.

La visita de Obama “pondrá en relieve su continuo compromiso de buscar la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
La visita del Presidente era esperada por muchos desde que el secretario de Estado John Kerry visitó Hiroshima en abril.

El alcalde de Hiroshima calificó la próxima visita de Obama como “una decisión valiente basada en conciencia y racionalidad” y agregó que espera que Obama tenga oportunidad de escuchar las historias de los sobrevivientes. También expresó que la visita debería ser “un primer paso histórico hacia un intento internacional por abolir las armas nucleares, que es el deseo de la humanidad”.
 
Tema polémico
 
El ataque de Estados Unidos a Hiroshima del 6 de agosto de 1945, en los días finales de la Segunda Guerra Mundial, dejó a 140 mil personas muertas. Aunque atemorizó a generaciones de japoneses, muchos estadounidenses consideran que el bombardeo aceleró el fin de la guerra.

Puntos de vista distintos sobre una acción que cambió por siempre la guerra han hecho que una visita de un Presidente estadounidense en funciones sea una medida cuestionable y políticamente riesgosa.

En Estados Unidos, algunos funcionarios temen aún que una visita de este tipo pueda percibirse como una disculpa por un acto que se considera que salvó vidas de estadounidenses. (AP)
 

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