Ningún funcionario de la administración del expresidente Barack Obama intervino en investigaciones del Departamento de Justicia, ni ordenó la vigilancia de ningún estadunidense, y mucho menos del actual presidente Donald Trump, afirmó un vocero.
El portavoz del exmandatario, Kevin Lewis, negó en forma rotunda las acusaciones formuladas la mañana de este sábado por el presidente Trump, de que Obama ordenó que fueran intervenidas sus conversaciones telefónicas en la Torre Trump durante la pasada campaña electoral.
“Una regla cardinal de la administración Obama fue que ningún funcionario de la Casa Blanca nunca interfiriera con ninguna investigación independiente dirigida por el Departamento de Justicia”, dijo Lewis en un comunicado.
“Como parte de esa práctica, ni el presidente Obama, ni ningún funcionario de la Casa Blanca, ordenaron alguna vez la vigilancia de ningún ciudadano estadunidense”, agregó. “Cualquier sugerencia de otra manera es simplemente falsa”, dijo Lewis.
En una serie de mensajes difundidos en su cuenta en Twitter, Trump acusó este sábado a Obama de ordenar que fueran intervenidas sus conversaciones telefónicas en la Torre Trump, justo antes de las elecciones de noviembre pasado, pero sin ofrecer evidencias.
“¡Terrible! Acabo de enterarme de que Obama tenía mis ‘cables interceptados’ en la Torre Trump, justo antes de la victoria. Nada Encontrado. ¡Esto es macartismo!”, escribió el mandatario, aludiendo a la persecución anticomunista que encabezó el senador Joseph Raymond McCarthy en la década de 1950.
Sin embargo, Trump no ofreció ninguna prueba que sustentará su acusación.
La acusacion del mandatario estadunidense se da al tiempo que surgen más cuestionamientos sobre los supuestos lazos que existieron entre el equipo de campaña de Trump y Rusia.
Trump y su equipo son el centro de una serie de denuncias de que habrían mantenido frecuentes comunicaciones entre su campaña electoral y funcionarios rusos de inteligencia, en un caso en el que presuntamente los rusos estaban tratando de influir en las elecciones a su favor, al atacar objetivos demócratas.
El escándalo, que ya le costo el cargo al asesor de seguridad Michael Flynn, se elevó esta semana, luego que se dieron a conocer nuevos contactos entre los colaboradores de Trump y funcionarios rusos.
El periódico The Washington Post reveló que el procurador general, Jeff Sessions, también habría sostenido reuniones con el embajador de Rusia en Estados Unidos dos veces en 2016, a pesar de haber declarado durante su audiencia de confirmación en el Senado que no había tenido comunicación con los rusos.
Con información de Notimex