Marcelo Ebrard será el próximo canciller de México. El exjefe de gobierno tiene una formación académica que podría jugar a su favor en las tareas diplomáticas, no obstante, no será fácil construir buenas relaciones con países que tienen gobiernos conflictivos, tales como Estados Unidos.
El presidente virtual electo Andrés Manuel López Obrador anunció el jueves pasado a Ebrard como el próximo canciller de su gabinete, en sustitución de Héctor Vasconcelos, a quien originalmente había designado en esa posición.
“Es un hombre con experiencia que ayudará mucho para aplicar los principios de política exterior de no intervención, autodeterminación de los pueblos, de solución pacífica a las controversias y mantener buenas relaciones con todos los gobiernos y los pueblos del mundo”, aseguró el próximo presidente.
López Obrador agregó que Ebrard cuidará bien tanto la relación con los países de América Latina, como el vínculo con los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá, sobre todo, en el proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Añadió que el exjefe de gobierno también ayudará como coordinador del grupo de transición.
“Agradezco la confianza que ha depositado en mí el licenciado López Obrador para defender las causas de México. Alto honor al que sabré ser leal con todo mi esfuerzo y capacidad. Haremos valer en el mundo la voz de los mexicanos”, publicó el próximo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores en su cuenta de Twitter.
Ebrard tiene antecedentes que lo ligan con sus próximas responsabilidades. Es graduado en relaciones internacionales por el Colegio de México y realizó una especialidad en administración pública en la École Nationale d’Administration, Francia.
Además, el próximo canciller fue presidente de la Red Global de Ciudades Seguras de las Naciones Unidas entre el 3 de septiembre de 2012 y el 3 de febrero de 2014. Anteriormente fue subsecretario de la Secretaría de Relación Exteriores durante la administración de Manuel Camacho Solís.
Después de su autoexilio en Francia y luego en Estados Unidos, el exjefe de gobierno de Ciudad de México realizó labores de cabildeo a favor de López Obrador al interior de la campaña de la candidata demócrata a la presidencia estadounidense, Hillary Clinton.
Entre sus trabajos más recientes, Ebrard fungió como coordinador regional de campaña del candidato de Juntos Haremos Historia en la Primera Circunscripción, que corresponde a los estados del Norte y Noroeste del país. También fue precandidato del PRD a la presidencia de México en 2011, sin embargo, perdió contra López Obrador en una encuesta interna.
Un exembajador lo reconoce
Luis Ortiz Monasterio, exembajador de México en varios países, entre ellos Irán, Afganistán y Pakistán, considera que Ebrard tiene antecedentes que lo ayudarán en sus labores como próximo titular de relaciones exteriores.
“Tiene antecedentes interesantes desde el punto de vista de asuntos internacionales. Él es egresado del Colegio de México, en específico del Centro de Estudios Internacionales que está muy acreditado como uno de los mejores lugares para formar a funcionarios públicos, empresarios y diplomáticos, así que tiene una experiencia global interesante”
El también profesor en el Tecnológico de Monterrey en Toluca tiene esperanza de que el enfoque político de la nueva administración pueda servir para llevar adelante una diversificación de las relaciones internacionales de México, es decir, que el país comience a vincularse con más naciones.
No está preparado según especialistas
En el sentido contrario, dos especialistas coinciden en que Ebrard no está preparado para una responsabilidad tan importante como dirigir la Secretaría de Relaciones Exteriores, aunque opinan que la labor del político podría mejorar mediante el apoyo de un equipo capacitado en temas internacionales.
“Hubiera sido un acierto por parte del candidato electo a la presidencia designar a alguien que tuviera mejores credenciales para poder ocupar el cargo”, comenta Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales.
La internacionalista añade que Ebrard podría tener un mejor resultado como canciller si logra sumar en su equipo a personas con experiencia y profesionistas especializados en asuntos internacionales.
Ramírez Uresti destaca que la experiencia de Ebrard en el extranjero le da al próximo canciller un sentido multicultural, sin embargo, no tiene el dominio de la geopolítica global para ser un buen negociador internacional.
“La política exterior mexicana requiere un canciller que tenga un dominio de la geopolítica global, de las regiones y microregiones, así como de la forma en la que eso se puede vincular con la política nacional”, argumenta la doctora en relaciones internacionales.
Por otra parte, la especialista menciona que es una decisión afortunada que López Obrador tenga el interés de regresar a la Doctrina Estrada, una política exterior mexicana con principios de no intervención.
“Me anima que al menos el candidato electo ha mencionado de manera reiterada el interés por regresar a la Doctrina Estrada, una política exterior mexicana de no intervención y eso fortalecerá los vínculos con ciertas regiones”.
Además, Ramírez Uresti afirma que el nuevo canciller tendría que seguir diversificando las relaciones exteriores de México y no sólo hacer un bloque de impulso latinoamericano en el sur, como se ha especulado.
“Es igualmente importante la relación con Asia del Pacífico, Europa, Medio Oriente y todo el norte de América”, concluye la internacionalista.
En el mismo tenor, Julio Jiménez, doctorante en derecho constitucional y catedrático en la Universidad La Salle, declara que el exjefe de gobierno de Ciudad de México no reúne el perfil de un canciller.
“Marcelo Ebrard es sin duda un político con una amplia trayectoria, pero no necesariamente en el ámbito de las relaciones internacionales. No sabe ni entiende de los temas fundamentales en materia de política exterior. No reúne el perfil, no tiene la capacidad ni el prestigio”
El docente especialista en derecho constitucional explica que le parece un error que López Obrador eligiera al exjefe de gobierno.
“Es una incongruencia elegir a Ebrard porque tuvo que huir hace seis años por desvío de recursos en la línea 12 del metro. Esto generó tantos problemas para el presupuesto de los contribuyentes que tuvo que huir exiliado a Europa y ahora resulta que es alguien que tiene la experiencia diplomática para representar los intereses políticos de nuestro país”, sostiene Jiménez.
De acuerdo al documento ‘Equipo de trabajo y agenda de Andrés Manuel López Obrador’, la línea 12 del Metro y la línea 4 del Metrobús, ambas construidas durante el gobierno de Ebrard, son las obras más sancionadas por la administración local encabezada por Miguel Ángel Mancera.
Primeras tareas
Aunque aún no asume su cargo, la primera tarea para Ebrard es preparar la visita del secretario de Estados Unidos Michael Pompeo a México. El político estadounidense se reunirá con Enrique Peña Nieto, el actual canciller Luis Videgaray y el presidente virtual electo Andrés López Obrador el próximo 13 de julio.
Otra de sus responsabilidades será el encuentro de la Alianza del Pacífico y Mercosur el próximo 24 de julio en Puerto Vallarta.
El nombramiento de Ebrard debe ser ratificado por el nuevo Senado, no obstante, no está previsto que la confirmación en la Cámara alta sea un obstáculo. Los resultados preliminares que ha presentado el Instituto Nacional Electoral dan a la coalición de López Obrador la mayoría en el Congreso y el Senado.